
Pues eso, que no es un anuncio de dentífrico, es nuestra cara después de una mañanica en la montaña, solos, escalando, respirando aquello, besando la piedra... Dsifrutando de lo que más nos gusta. El día precioso, soleado, con la brisa constante y sin más perturbaciones que el vuelo Barajas El Altet que pasa cada rato sobre la Aitana.


Y este es uno de los premios, una nueva perspectiva del Puig ante nuestros ojos, única e inolvidable.
Comentarios
Publicar un comentario