Suaves... Por fin mi vecino Óscar y yo nos vemos las caras sobre el estrecho sillín de la bici. Es algo que me cuesta, podía ser como el de la motoreta ¿os acordáis?: Ancho, cómodo, como el sofá de casa. Fue la primera bici que tuve, me la regaló mi abuela Consuelo en el 70 y pico, roja, pesada, dura...
Nos hemos hecho 40 k por la zona del Bec del Águila y el Monnegre hasta casa de nuevo.
Una de las estampas más espectaculares de este recorrido es este paretón de arcilla roja y su contraste con lo verde de las laderas y la frescura del cauce del río, allá abajo.
Hacía años que no penetraba la espesura de este cauce lleno de cañas y vegetación. Hemos intentado seguirlo pero el tiempo no nos lo ha acabado de permitir.
Para soltar después de la fiesta del pasado fin de semana ha ido bien. La semana que viene volveremos a coger el ritmillo, ahora hay que aprovechar, mantener, no perder ni un centímetro del terreno ganado.
Nos hemos hecho 40 k por la zona del Bec del Águila y el Monnegre hasta casa de nuevo.
Una de las estampas más espectaculares de este recorrido es este paretón de arcilla roja y su contraste con lo verde de las laderas y la frescura del cauce del río, allá abajo.
Hacía años que no penetraba la espesura de este cauce lleno de cañas y vegetación. Hemos intentado seguirlo pero el tiempo no nos lo ha acabado de permitir.
Para soltar después de la fiesta del pasado fin de semana ha ido bien. La semana que viene volveremos a coger el ritmillo, ahora hay que aprovechar, mantener, no perder ni un centímetro del terreno ganado.
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