Begoña, fuerza... Sácala de la reserva


Me quedo con el pasado 6 de mayo. Salí en bicicleta y de regreso a mi casa me encuentro a Pascual cruzando un paso de cebra con una barra de pan debajo del brazo, el otro en cabestrillo. Delgado y sonriente. Tiro la bici al suelo y le arreo un abrazo lleno de sudor y de alegría. No puede evitarlo y se emociona, se echa a llorar.
Ha salido de un accidente muy chungo, un accidente que todos conocemos.
Me cuenta que está de puta madre, que está entrando en otra dimensión, la de una nueva oportunidad, una nueva vida. Esas oportunidades que hay que coger del cuello y estrujarlas hasta el límite.
Yo también me emociono. Sabía por Begoña que iba mejor, y mejor, y mejor... Hasta que me lo encuentro en la calle con la barra de pan debajo del brazo.
Joder, ¡que bien, ya está!.
Y Begoña que sale de la frutería y viene a nuestro encuentro. Chiquitina, sonriente también, feliz que no le cabe más. Con esa fuerza que ha sacado de ese pequeño y dulce cuerpecillo, fuerza que tiene y que necesita ahora más que nunca...

Y ayer un extraño guasap de los compañeros de la tele habla de velatorio...
No sé, el padre de alguien, un familiar...
Velatorio???, escribo. Y me llama Paco, cambio de canal, cambio de registro...
El de Pascual.
Y me emociono, y reviento a llorar.
Y una vez más no comprendo estas cosas de la vida que jamás tienen que pasar, que te dejan perplejo, que no esperas.
He hecho decenas de fotos de mis compañeros. Imágenes que me van a quedar después de todo. Fotos que veo y me evocan esos momentos en la calle, haciendo guardias, esperando, fotos y risas de gente a la que quiero.
Y esta de Pascual es en un bareto cercano al curro, uno de esos días de protesta callejera que mientras esperábamos endulzábamos con un almuercillo y charlas.
Con él y con Bego compartía, además del trabajo, cosas de casa: Hijos, su educación, anécdotas de lo cabroncetes que son, de lo que han hecho en este u otro momento. De cómo van creciendo... Y entre todas esas palabras se iba forjando algo entre nosotros.
Y ahora Pascual está muerto. Ha perdido la vida y todos esos detalles que la componen día a día y que he tenido el privilegio de compartir.



Esta es Begoña, también el pasado mes de mayo. De esto es de lo que os hablo. Para 15 minutos de grabación dos horas de coche y muchas conversaciones...
Chicos, sus más allegados de la tele, sus amigos (Fernando, Paco, Reche, Sergio... y más, muchos más) lo siento de todo corazón. Y poco más que decir.
Esto me queda, que no considero poco. Y lo más grande que nos queda es ella... Fuerza amiga, sácala de la reserva, que la tienes.
Acaba una carrera de fondo, y ahí está la salida de otra.

Comentarios

  1. Muy emotivo, Jaime. Me has hecho emocionarme...
    José Enrique Galvez.

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  2. Gracias Jaume, de corazón. A los que hemos leido estas palabras tuyas nos da fuerzas para seguir adelante en esta carrera de fondo y seguro llegaremos a la meta con la "chiquitina". Se te quiere,que lo sepas.

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