La tarde fue tan bonita como cualquier otra, más si cabe una vez enchufamos la calefacción de coche con 4 grados en el exterior.
Esteban está saliendo de una lesión, aunque mala hierba ya se sabe, morirá con las botas puestas. Llegamos a Tibi y dejamos el coche en los depósitos para salir a paso ligero cuesta arriba. El sol de la tarde nos calienta como puede las chepas, el viento lucha por llevarle la contra.
Conforme ganamos altura el señor oscuro va ganando terreno... Al fondo una amenazante cortina de agua se nos echa poco a poco encima...
Antes, a más de la mitad del costarrón ganado, le indico a Esteban que en otra ocasión me quedé con las ganas de seguir una senda empedrada... ¡esa misma, esa... aunque no se ve muy pisada! (en el mapita hay un wp que dice 'senda empedrada'). Y resolvemos dejarlo para otro día. Me quedo con las ganas, con las mismas que me quedé cuando vine tiempo atrás con Vicente. En fin.
Llegamos a la pista cimera que a la izquierda lleva a Vivens, a la Martina y nos dirigimos a la cumbre.
Allá a lo lejos va cobrando cada vez más fuerza la ciclogénesis esa de los güevos. Llegamos a la cima y la cortina de agua es cada vez más densa, y más, y más... Al fondo la Bahía de Alicante, donde llegará la cicloleches esta después de lavar nuestras cabezas en la Mighorn.
Y cuando comenzamos el descenso la cortina nos aplasta con toda su energía, con todas sus ganas. Inevitable, aquí no hay dónde meterse. Pero me encanta, necesitaba una demostración de fuerza, sentirme mojado, frío, golpeado por el viento, por las gotas heladas de agua, por las bolitas de hielo. ¡Cómo hemos gozado!
Descenso en picado. Y antes de llegar a las ruinas y el algibe viramos a la izquierda en busca del principio de la ruta. En el mapa el primer tramillo en azul.
Una vez en la cuerda topamos con el PRCV 83 que desciende a Tibi, otro con el que siempre me quedo con las ganas. Pero voy con culo inquieto Esteban y no tardamos en arrear pabajo con el viento y la lluvia de cara. Conforme desciendo sueño con dar con la senda empedrada esa que cruza en el tramo de subida.
Vemos unos montañeros que huyen de la tormenta, corriendico los alcanzamos justo -fíjate tú- unos metros más abajo de lo que a todas luces es una vieja senda empedrada. Y les pregunto si esos restos son los mismos que se ven al subir desde los depósitos. ¡AFIRMATIVO!... Joder, qué feliz.
Empieza el enmerde, esto es así.
En el mapa he trazado aproximadamente el recorrido de esta colada, por sus dimensiones se queda en eso, descartamos, por supuesto, vereda, cordel o cañada). Va sin perder altura de una a otra senda, del PRCV 83 a la que sube desde los depósitos. Me encantaría saber qué puntos comunica. Urgo en mis mapas y no encuentro referencia a esta maravillosa vía de comunicación, pero no dudamos de su importancia, está flanqueada por bancales jubilados y está jalonada de chozos, de esos refugietes de piedra con capacidad para un par de almas y algunos de ellos con su chimeneita y todo.
En la tirita de la derecha podéis ver algunos de ellos.
Esta senda empedrada se pierde en muchos tramos, en algunas vaguadas debió de tener forma de puente pero alguna avenida se lo ha llevado. No está muy pisada... nada en la mayoría de los tramos. Esteban se había olvidado de la suave acaricia del matorral bajo en sus pantorrillas, yo no me quito los rasguños de niunguna de las formas.
Ni más ni menos que un regalo de la humanidad, un cobijo, una invitación a la supervivencia a los pies de una de las peñas más hermosas que conozco...
Y este es el mapa. El trk lo he recuperado de cualquiera de las dos entradas que expongo a continuación, está en wikiloc. Lo que he pintado ha sido el tramo de descenso y el cruce con la senda empedrada. Si bien es cierto que ante el clima y la cercana noche en un momento dado decidimos descender más a saco si cabe hacia el coche.
Esta es la reseña del PRCV 83:
Mucho por explorar, queda mucho por explorar.
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Rutas relacionadas:
-Hasta los mismísimos inframundos... Inmejorable jornada con Atalanta hace ya tiempo. Un precioso recorrido que sale desde los depósitos de agua de Tibi y algo complicado en algún tramo... La verdad, no apto para todos los públicos. 18k +1.300.
-Un profesional y yo... Con el gran Vicente, el mismo recorrido que con Atalanta, pero en esta ocasión me percato de la senda empedrada protagonista de esta entrada.
-No nos abducen en la Mighorn... Este sale de la otra vertiente, desde la Fuente de Roser. Son 17k, una dexcojonante nocturna con Javi y Jorge, con una friaco del copón.
-Ibi-Alicante... Un tiro largo con travesía por la Mighorn. Wapo, wapo...
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Esteban está saliendo de una lesión, aunque mala hierba ya se sabe, morirá con las botas puestas. Llegamos a Tibi y dejamos el coche en los depósitos para salir a paso ligero cuesta arriba. El sol de la tarde nos calienta como puede las chepas, el viento lucha por llevarle la contra.
Conforme ganamos altura el señor oscuro va ganando terreno... Al fondo una amenazante cortina de agua se nos echa poco a poco encima...
Antes, a más de la mitad del costarrón ganado, le indico a Esteban que en otra ocasión me quedé con las ganas de seguir una senda empedrada... ¡esa misma, esa... aunque no se ve muy pisada! (en el mapita hay un wp que dice 'senda empedrada'). Y resolvemos dejarlo para otro día. Me quedo con las ganas, con las mismas que me quedé cuando vine tiempo atrás con Vicente. En fin.
Llegamos a la pista cimera que a la izquierda lleva a Vivens, a la Martina y nos dirigimos a la cumbre.
Allá a lo lejos va cobrando cada vez más fuerza la ciclogénesis esa de los güevos. Llegamos a la cima y la cortina de agua es cada vez más densa, y más, y más... Al fondo la Bahía de Alicante, donde llegará la cicloleches esta después de lavar nuestras cabezas en la Mighorn.
Y cuando comenzamos el descenso la cortina nos aplasta con toda su energía, con todas sus ganas. Inevitable, aquí no hay dónde meterse. Pero me encanta, necesitaba una demostración de fuerza, sentirme mojado, frío, golpeado por el viento, por las gotas heladas de agua, por las bolitas de hielo. ¡Cómo hemos gozado!
Descenso en picado. Y antes de llegar a las ruinas y el algibe viramos a la izquierda en busca del principio de la ruta. En el mapa el primer tramillo en azul.
Una vez en la cuerda topamos con el PRCV 83 que desciende a Tibi, otro con el que siempre me quedo con las ganas. Pero voy con culo inquieto Esteban y no tardamos en arrear pabajo con el viento y la lluvia de cara. Conforme desciendo sueño con dar con la senda empedrada esa que cruza en el tramo de subida.
Vemos unos montañeros que huyen de la tormenta, corriendico los alcanzamos justo -fíjate tú- unos metros más abajo de lo que a todas luces es una vieja senda empedrada. Y les pregunto si esos restos son los mismos que se ven al subir desde los depósitos. ¡AFIRMATIVO!... Joder, qué feliz.
Empieza el enmerde, esto es así.
En el mapa he trazado aproximadamente el recorrido de esta colada, por sus dimensiones se queda en eso, descartamos, por supuesto, vereda, cordel o cañada). Va sin perder altura de una a otra senda, del PRCV 83 a la que sube desde los depósitos. Me encantaría saber qué puntos comunica. Urgo en mis mapas y no encuentro referencia a esta maravillosa vía de comunicación, pero no dudamos de su importancia, está flanqueada por bancales jubilados y está jalonada de chozos, de esos refugietes de piedra con capacidad para un par de almas y algunos de ellos con su chimeneita y todo.
En la tirita de la derecha podéis ver algunos de ellos.
Esta senda empedrada se pierde en muchos tramos, en algunas vaguadas debió de tener forma de puente pero alguna avenida se lo ha llevado. No está muy pisada... nada en la mayoría de los tramos. Esteban se había olvidado de la suave acaricia del matorral bajo en sus pantorrillas, yo no me quito los rasguños de niunguna de las formas.
Ni más ni menos que un regalo de la humanidad, un cobijo, una invitación a la supervivencia a los pies de una de las peñas más hermosas que conozco...
Y este es el mapa. El trk lo he recuperado de cualquiera de las dos entradas que expongo a continuación, está en wikiloc. Lo que he pintado ha sido el tramo de descenso y el cruce con la senda empedrada. Si bien es cierto que ante el clima y la cercana noche en un momento dado decidimos descender más a saco si cabe hacia el coche.
Esta es la reseña del PRCV 83:
Mucho por explorar, queda mucho por explorar.
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Rutas relacionadas:
-Hasta los mismísimos inframundos... Inmejorable jornada con Atalanta hace ya tiempo. Un precioso recorrido que sale desde los depósitos de agua de Tibi y algo complicado en algún tramo... La verdad, no apto para todos los públicos. 18k +1.300.
-Un profesional y yo... Con el gran Vicente, el mismo recorrido que con Atalanta, pero en esta ocasión me percato de la senda empedrada protagonista de esta entrada.
-No nos abducen en la Mighorn... Este sale de la otra vertiente, desde la Fuente de Roser. Son 17k, una dexcojonante nocturna con Javi y Jorge, con una friaco del copón.
-Ibi-Alicante... Un tiro largo con travesía por la Mighorn. Wapo, wapo...
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