Es como un Clan del Sapo pero incompleto, faltaban miembros... Pero bueno, ha sido una experiencia impresionante. Mis hijos y yo. Y se me llena la boca, SE ME LLENA. MIS HIJOS Y YO. Los 4 en el Barranco de l'Abdet.
Y me viene a la cabeza lo que escribió Michel hace unos días en sus 'Historias masivas' bajo el título El mejor regalo para tu hijo... es jugar con él. Compartir momentos, experiencias, risas, complicidades...
Veo a mi Guillermo vestido así, de barranquista, todo profesional con su neopreno, su casco, su arnés y me salta la emoción. aunque olvido lo agobiado que iba porque le comprimía por todas partes bajo ese solete cálido nuestro de enero...
O en esta que lo llevo agarrado de la mano. Es el pequeño, los otros ya no se dejan. Aprovecho lo que me queda...
El primer remojón en el lavadero de l'Abdet, que está precioso. Ya les parecía fría aquí. La verdad es que salío fresco el día, pero disfrutamos...
Aquí seguimos jugando. El primer rapel de Guillermo, los otros botan como sapos a la poza. La verdad es que es importante hacer cosicas con ellos. Esta jornada me ha reconfortado especialmente. Un buen comienzo de año...
Marcelo ha pasado un pelín de frío, está delgadico y el traje no le acaba de ajustar, pero olvidamos esto y nos quedamos con las risas. Guillermo es más de agua fría, es el único que siempre ha aguantado bastante bien el contacto mantenido con el agua... Jaime es un todo terreno, un poco gruñoncete a veces, pero muy acidillo, basta un cruce de miradas para comprender, para descojonarnos, me encanta...
Y después de un parde horitas de goce llegamos al hito del final de l'Abdet o Mela. Espero repetir, jugar con ellos. Además en un entornio de este tipo, de difícil escapatoria y forzora relación con el prójimo... Gracias hijos.
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Así fue el año pasado por estas fechas: El clan del sapo.
Y me viene a la cabeza lo que escribió Michel hace unos días en sus 'Historias masivas' bajo el título El mejor regalo para tu hijo... es jugar con él. Compartir momentos, experiencias, risas, complicidades...
Veo a mi Guillermo vestido así, de barranquista, todo profesional con su neopreno, su casco, su arnés y me salta la emoción. aunque olvido lo agobiado que iba porque le comprimía por todas partes bajo ese solete cálido nuestro de enero...
O en esta que lo llevo agarrado de la mano. Es el pequeño, los otros ya no se dejan. Aprovecho lo que me queda...
El primer remojón en el lavadero de l'Abdet, que está precioso. Ya les parecía fría aquí. La verdad es que salío fresco el día, pero disfrutamos...
Aquí seguimos jugando. El primer rapel de Guillermo, los otros botan como sapos a la poza. La verdad es que es importante hacer cosicas con ellos. Esta jornada me ha reconfortado especialmente. Un buen comienzo de año...
Marcelo ha pasado un pelín de frío, está delgadico y el traje no le acaba de ajustar, pero olvidamos esto y nos quedamos con las risas. Guillermo es más de agua fría, es el único que siempre ha aguantado bastante bien el contacto mantenido con el agua... Jaime es un todo terreno, un poco gruñoncete a veces, pero muy acidillo, basta un cruce de miradas para comprender, para descojonarnos, me encanta...
Y después de un parde horitas de goce llegamos al hito del final de l'Abdet o Mela. Espero repetir, jugar con ellos. Además en un entornio de este tipo, de difícil escapatoria y forzora relación con el prójimo... Gracias hijos.
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Así fue el año pasado por estas fechas: El clan del sapo.
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