Nunca un vino me hizo pensar tanto... Mala vida

Estuvimos con unos amiguetes de la Font de la Figuera y no nos lo bebimos. Nos regalaron la botella y finalmente en el coche se quedó. A la salud de los otros --aquellos con quienes no la compartí y no pude esperar a hacerlo-- la destapé en mi keli y la gocé con... Esperando que me diera un rato de mala vida.
Esta es una de las caras del tapón:
Curioso, al menos así me lo parece.
Los diferentes iconos te invitan a escuchar música, viajar, perderte en la red, a echarte otra copita, a buscar a tu Cenicienta, a seguir de farra, a ?????
A sumergirte en la sinceridad que provoca el exceso de prive.
Celebrar victorias y derrotas.
Acompañar un buen cacho de xixi con la familia, los colegas, el puto jefe (ojo aquí con el exceso de sinceridad).
Trazar planes... ¡Qué hermoso!, buscar proyectos, sopesarlos y arrear con ellos bajo los efectos del etil. Que luego salgan o no es otro cantar.
Y a la mala vida, o no. Esto depende.


Pero al darle la vuelta al tapón...


Lo mejor, sin duda (¿cosecha propia o de algún ilustre beodo?). Cuando se te va la pinza y dejas de creer en todo o todo lo contrario. Cuando al compi le da por divagar... Dios no dios. Amor, desamor. Vida, muerte. Me quiere, no me quiere...
El verbo ELEGIR, para mí el que rige mis designios, el de la humanidad creo. Voy o vengo. Subo o bajo. Tengo o no tengo. Sigo o reculo. Beso o araño. Me levanto o sigo en el sobre. Meto o saco... Creo o bebo.
Es el mensaje del árbol de la ciencia en definitiva. Un 'déjate de chorradas y agárralo por el cuello' ¿no?. Es un 'disfruta tío ya, ahora'.
Y, a lo que iba, el vino está realmente bueno. Mala vida, una ironía, por supuesto.

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