Rutes de Mar... i muntanya


Claro está, cada cual interpreta y ve según el color de su cristal. Esta mañana nos han invitado a José Miguel y a mí a dar un paseo en barco por la bahía de Altea, Rebeca y Dani, de Rutes de Mar: Amarás a las montañas sobre todas las cosas... Este es el gran mandamiento, aunque nadie dice que no pueda hacerse desde la 'cima' de un barco, como así ha sido. Mis ojos han disfrutado de las olas, del mar, pero con demasiada frecuencia se iban al contrahorizonte marino. El agua, el hombre, la montaña, el cielo...


Y la verdad es que ha sido lo siguiente a espectacular. Todas esas montañas que tanto amo las he disfrutado desde un punto de vista único, mecido por el agua, ahí pintadas sobre el Mediterráneo...

Esta ha sido la impagable tripulación que ha zarpado desde Puerto Senso...


José Miguel, Rebeca, Dani y el secretario. Los anfitriones biólogos, amantes del mar y tremendos conocedores del medio que nos han mostrado. Un lujazo de ruta con el superextra de ir acompañados de dos grandes conocedores de este terreno.


Previo contacto, habían quedado con un par de pescadores que nos han dejado apreciar su faena a los pies de Serra Gelada, con esas dunas fósiles que se ven detrás, a los pies del acantilado. Un lujo, como digo, escuchar las explicaciones de Dani sobre el trabajo de esta gente de mar y el de Rebeca, contándonos algo sobre la longeva vida de estas dunas. La interpretación correcta de lo que te rodea te hace apreciarlo más, amarlo... como se ama a las montañas cuando se acerca uno a entenderlas en lo posible.


Y también hemos hablado de los faros, de lo feliz de su ubicación, de los misterios de su secular vida. Además de haberlo visitado por tierra, de haberlo tocado con mis manos, lo he disfrutado en la distancia, desde donde tiene toda su razón de ser...


Y también desde el mar hemos visto la Boca de la Balena, esa cueva que hay aproximadamente en el centro de la imagen. También he estado en ella, he sentido su humedad, he visto sus colores y su grandeza, en comparación con mi tamaño. Y hoy he admirado igualmente su 'insignificancia', en comparación con la inmensidad de este mar. Todo es según el color del cristal...


Y en la otra punta de la bahía hemos sucumbido a las historias de las pesqueras, también seculares. Sin duda origen de la escalada moderna, del ferratismo tal y como lo conocemos hoy. En la imagen anterior se aprecia una oxidada escalera que desciende hasta casi ras de mar, donde se falcaban los pescadores antaño para hacerse con sus capturas. Fascinante historia que hemos hilvanado entre todos antes de seguir la ruta, ya cerca de su fin.


Colofón como no podía ser de otra manera. Chapuzón en... en... pues no me acuerdo del nombre del islote este. Pero sí del nombre del catamarán de Rebeca y Dani, el Larus... Y la Bernia detrás, todo es según el color...
Paisaje, naturaleza, buceito, interpretación. Ha sido una mañana perfecta. La birrita de marras tampoco ha faltado... ¿Alguien da más?



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