En la Perimetral... Nadie te regala nada

Es una carrera dura. Nació dura y sigue siéndolo. Una carrera por montaña, algo que muchos no acaban de entender. Pero bueno...
Así amaneció la Bernia, una de las joyas de esta prueba.
Antes de que saliese el sol los corredores ya sabían que esta hermosa sierra les esperaba. Dura de correr, de subir y de bajar. Pero antes de todo esto...
La salida a las seis de la mañana desde Benissa. Escuchas los comentarios, lo que se preguntan unos a otros en el corralito y lo que mascaban la tarde antes en la reunión informativa y entiendes que carreras como esta no están hechas para todo el mundo.
Me encanta ver a la gente disfrutar. El que viene es para esto. Sufrir ya se sufre en el día a día, el trabajo, los hijos, la amante, las multas, los kilos de más... el sistema.
El sol carga las pilas.
Una carrera que no te permite distracciones. La mente está en constante atención. El terreno está hecho para neuronas hábiles. Y de todo, lo mejor son siempre los colegas, los corredor@s que siempre llevan la sonrisa puesta, aliñada con el sudor y el aroma a guerrer@. Hortensia, Pablo y mis a tos trapos. También Félix, Salva...

 

Esta carrera la he vivido especialmente desde el punto de vista de la competición. Desde el minuto 0 hemos ido Manolo Amat y yo en busca de los aventajados. Viendo cómo se comían terreno, cómo se ganaban el podio centímetro a centímetro. Viendo cómo cada cuesta, cada descenso, el calor, los tramos más rápidos, iban poniendo a cada uno en su sitio. Ha sido espectacular. Mi enhorabuena a MasCebrián, Sebas, Daniel y Carli. Y a todos, a todos.
Y ahí estaba la bestia parda de Hortensia, dura, hecha para esta carrera, siempre con una sonrisa, experta y sabia en las ultras, una gran maestra.
Y además Pablo y Salva, primero en su categoría, será que no se lo curra. Me encantó veros amigos.
Y como siempre a una de las currantas de las careras, de la Federación. Mi estimada Alicia...
Y al equipo arbitral: Vicent, Jaume, Luis y Manolo. Un placer conocer a los recién llegados y un placer trabajar con los mejores.
Y una perla que me llevo de la tarde antes, cuando revisamos el recorrido: Ifach, Oltà y Bèrnia.
Y lo dicho...
Aquí nadie regala nada. Esta carrera es dura de cojones y hay que estar preparado, entrenado, mentalizado y pertrechado.
Cuando dicen que hay que llevar un material obligatorio es por algo. La montaña es terreno de autonomía. Sin buscarlo es muy posible que te las tengas que ver a solas con ella y tienes que saber gestionarte en cualquier situación.
Un abrazo a toda la organicación, Miquel Àngel, Santi, Àngel, besos para todo@s y el año que viene más y mejor.
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* 1ª edición: Reconociendo el terreno.
* 2ª edición: 'O' de perimetral....


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