Maravillosa semana de montaña guiando a los montañeros irlandeses del Bishoptown Hillwalking Club de Cork. Gracias a César, estratega excelente, que ha organizado estas cinco salidas con los compañeros de su club.
En esta foto estamos César y yo explorando alguna zona semanas antes del encuentro con el grueso del grupo.
La primera de las rutas fue a la cima del Ponoig. Un día nublado y con cuatro gotas, estaban casi en su ambiente.
Después accedimos al Cabeçó por la Penya de L'Home, una ruta muy montañera que les encantó.
De nuevo fue una jornada nublada y fresca.
Este grupo hizo la ruta más exigente, la B Plus. Otro par de grupos accedieron por la vía clásica.
La siguiente fue Aitana, también fresca y con el sol que no acababa de salir del todo.
Un encanto de gente, muy experimentados, fuertes y agradecidos con nuestras montañas.
Siempre con una sonrisa y un gran sentido del humor.
Con parada sorpresa y cata de cerveza artesana y bizcocho de almendras en el Retoret.
Lo dicho, un encanto.
Y como colofón ascenso al Puig Campana a un ritmito de gente fuerte.
Ya con ese sol nuestro, que tanto aman ellos y no es precisamente lo que más deseamos cuando salimos a la montaña los de aquí.
Pero todas las jornadas espectaculares, cargadas de experiencias.
Y veis esa gorra que lleva Tom (con la que asomo en la segunda foto), pues acabó en mis manos, me la regaló al final de la jornada. Un honor tenerla y habérmela ganado.
En esta foto estamos César y yo explorando alguna zona semanas antes del encuentro con el grueso del grupo.
La primera de las rutas fue a la cima del Ponoig. Un día nublado y con cuatro gotas, estaban casi en su ambiente.
Después accedimos al Cabeçó por la Penya de L'Home, una ruta muy montañera que les encantó.
De nuevo fue una jornada nublada y fresca.
Este grupo hizo la ruta más exigente, la B Plus. Otro par de grupos accedieron por la vía clásica.
La siguiente fue Aitana, también fresca y con el sol que no acababa de salir del todo.
Un encanto de gente, muy experimentados, fuertes y agradecidos con nuestras montañas.
Siempre con una sonrisa y un gran sentido del humor.
Con parada sorpresa y cata de cerveza artesana y bizcocho de almendras en el Retoret.
Lo dicho, un encanto.
Y como colofón ascenso al Puig Campana a un ritmito de gente fuerte.
Ya con ese sol nuestro, que tanto aman ellos y no es precisamente lo que más deseamos cuando salimos a la montaña los de aquí.
Pero todas las jornadas espectaculares, cargadas de experiencias.
Y veis esa gorra que lleva Tom (con la que asomo en la segunda foto), pues acabó en mis manos, me la regaló al final de la jornada. Un honor tenerla y habérmela ganado.
Gracias por ser tan buena gente y gracias a César por confiar en mí.
Amigos, gente del norte, un abrazo y hasta siempre: John, Helen, Bridie, Ann, James, Jim, Micheal, Tom, Aiden, Kevin, Monica, Mary, Anne, Rosarie, Tom, Eilish, Margaret, Eileen, Jan, Padraig, Ailish, Rose, Jane, Vera, Bob, Kay, Betty, Peggy, Tommy, Colin, Sharon, Ellen, Anthony, Louise, Tom y Charles.
Séamus para os amigos irlandeses.
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