Y creo que es exactamente así, a partir de estos dos elementos se genera un verde alrededor, casa y comida para sus moradores, alegría a la vista, disfrute...
Y hemos ido a buscarla Sandra, Miriam, Jorge y yo no muy lejos de aquí. Mañana disfrutona, tranquila y satisfactoria...
Y es que es eso lo que encuentro en los barrancos que no me proporciona del todo cualquier otro ambiente, me encuentro entre dos mundos...
Y me embeleso con cualquiera de sus habitantes, con el primero que pasa por allí me quedo tonto, y le pregunto "¿Qué tal?" y me responde con un hermoso movimiento, con una sabia dirección...
Y me llevo la cámara de fotos para tratar de capturar momentos que en adelante me recuerden a esos viajantes, a esas personas con quienes he compartido el momento... Y esto es lo que tiene tratar de congelar la vida, es gracioso...
Y cuando parece que llega el final se abre ante los ojos un tremendo espectáculo que vas dejando atrás. Sí, es el final, pero habrá más...
Seguimos homenajeando a la vida.
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