Tres senderistas rescatan a una pareja de un pozo en el Cabeçó

La chica cayó a unos tres metros de profundidad por un agujero de un antiguo aljibe sin señalizar y su novio se arrojó tras ella para socorrerla.
LA VERDAD MANRIQUE C. SÁNCHEZ
«El milagro hoy no se ha producido en Santa Faz. Ha sido aquí». Eva Albeza recuerda en declaraciones a este diario cómo tuvieron que utilizar el humor para tranquilizar a una joven a la que acababan de rescatar del pozo al que había caído mientras hacía senderismo junto a su novio por la cima del Cabeçó d'Or.

El accidente, que afortunadamente no tuvo consecuencias graves, se produjo sobre la una de la tarde de ayer, a unas decenas de metros del punto geodésico del pico. «Mi hermana Ana y yo estábamos arriba cuando escuchamos un grito», relata Eva. Una excursionista había caído a una especie de «antigua cisterna» o depósito de agua situado por un agujero sin señalizar situado en medio del camino que lleva hasta la cumbre de la montaña.

Las dos hermanas, naturales de Novelda aunque vecinas de Alicante, habían pasado precisamente unos minutos antes por el agujero, de dos metros de largo por uno de ancho y abierto a ras de suelo sobre el techo de esa especie de aljibe. «Dijimos: 'Cuidado', eso está muy mal y alguien podría no verlo». Y así ocurrió. La pareja de fisioterapeutas que iba detrás de ellas quedó atrapada en el pozo, de unos tres metros de profundidad. La chica porque cayó y el novio porque, «en caliente», no se lo pensó dos veces y saltó detrás de ella para socorrerla.

La accidentada estaba consciente, aunque decía que le dolía la cabeza, donde tenía una brecha abierta que sangraba, y no podía mover el pie derecho. Otro excursionista que se encontraba más alejado alertó al teléfono de Emergencias de la Generalitat 112 para reclamar la presencia de un helicóptero con el que evacuar a la víctima.

No obstante, el grupo decidió no esperar e intentó el rescate. El novio de la chica la levantó con la ayuda de unos salientes del depósito hasta el umbral del agujero. Allí, Eva, Ana y el otro excursionista la cogieron «por la cintura y las axilas» y lograron sacarla. El novio salió un poco después por sus propios medios. Pese a los nervios, la alegría se apoderó de los presentes.

«Pasamos un gran susto. Ha sido un poco como volver a nacer para ella porque no sabíamos qué le podía haber pasado. El fondo estaba lleno de piedras y ramas. Se podría haber quedado allí», prosigue Eva Albeza.

El improvisado y solidario grupo de excursionistas que se había constituido alrededor del accidente insistió en la presencia del helicóptero ante la imposibilidad de evacuar a pie a la chica. El aparato enviado por la Diputación de Alicante aterrizó unos 45 minutos después del suceso en la cumbre del Cabeçó con un médico, un enfermero y un bombero del Grupo de Rescate en Montaña del Consorcio de Alicante.

La herida fue evacuada por aire hasta Busot, según fuentes del Consorcio, donde la recogió una ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (Samur) que la trasladó hasta un centro hospitalario.

En principio, todo apunta a que sólo tiene lesiones de carácter leve. Además del golpe en la cabeza, tiene un esguince de tobillo «bastante» fuerte, indicó a La Verdad un bombero.

La cima del Cabeçó d'Or, entre los términos municipales de Busot y Aigües, se halla a 1.217 metros sobre el nivel del mar y es un paraje muy visitado por aficionados al senderismo y turistas, por lo que Eva no se explica cómo puede permanecer abierto un agujero tan peligroso en medio del camino y apela a la responsabilidad de las administraciones para que lo solucionen.

Comentarios

  1. Eva, bonica, un tropezón lo puede tener cualquiera. Eso no es Maissonnave, donde sí es intolerable que haya socabones en el firme. Es el monte, hay senderos con piedras y raices, hay tajos y despeñaderos, serpientes y escorpiones peligrosos que no dudaran en picarte si les pones una mano encima. También hay construcciones en ruinas que se te pueden caer encima o tú encima de ellas, y la culpa no es de la administración. El sentido común dicta no arrimarse ahí, y si te arrimas y caes la culpa es del descuido y la imprudencia de marras.

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