Amanece en Pineta. Anochece en Pineta. Mientras, el Monte Perdido Extreme (+ Bco Ordiceto)

------¡¡CRÓNICA GANADORA EDICIÓN 2011 MONTE PERDIDO EXTREM!!------
Llegamos a las tantas de la noche y un trozo de papel hace las veces de recepcionista sobre el mostrador del Refugio de Pineta. Nuestras literas son la 67 y la 68. Jorge hace el primer largo y se encaloma en la cama superior. Me tumbo sobre el colchón y me tapo con una manta. ¡Qué gusto! 1 de agosto y con la manta hasta el cuello… Duermo profundamente.
A las 7 de la mañana suena el despertador. Jorge me cuenta que he roncado como un puerco. Debe de ser la edad, yo antes no era tan escandaloso por las noches.
Bajamos a desayunar. Allí está Tomás. No pretendamos encontrar hermosura en su rostro. Su belleza emana del entusiasmo que le pone a esto, la iniciativa y empeño en proponer aventuras como la que toca, la Monte Perdido Extrem (también recomiendo la de Javalambre).
Mientras untamos de mantequilla y mermelada los panes y los sucamos en leche nos explica el recorrido, nos aconseja y sugiere sobre la ruta.
Llegamos pensando en la de 51 kilómetros pero acabamos con la de 46 en mente. Es más bonita, casi te podría permitir una exclusiva ducha en la cascada de Gavarnie.
Todo el material en orden. La vaselina en su sitio. Camel, bidones, porquería energéticas varias… 8:10am. Empieza la juerga.
Aquí Tomás entre Jorge y yo.
Dejamos atrás el refu de Pineta.
Salimos al valle. El impresionante paisaje entona músculos y almas. Nos embelesa la grandeza del lugar. Caminamos por lo más profundo del valle con la Cascada de Marmoré de referencia. Junto al río la vegetación de ribera, frondosa y fresca. Húmeda. El sudor ya me deja empapado de buena mañana.
Cada vez suena menos el río y más la cascada. El trazado se empina y empezamos a toparnos caminantes en grupos de mayor o menor tamaño. Conversamos un ratito con este par de contestanos. El jovenet está preparando la ascensión al Mont Blanc… Aquí el más tonto hace relojes
La ascensión hasta el Balcón de Pineta es la primera traca seria de este recorrido. Abandonas el verde valle para progresar por roca cada vez más desnuda. Dejamos los 1240 metros del refu para plantarnos en los 2573 del Balcón de Pineta. Cambiamos la humedad y el calorcito de allá abajo por el ventorrillo frío de los collados.
Continuamos por un tramo de senda que en ocasiones va por placas de roca y en otras por caos de bloques. Así, llegamos al Lago de Pineta (en el mapa también lo cita como Ibón de Marmorés), a 2590m. Es un espléndido lago de agua azul que podría invitar al baño, pero el tiempo no acaba de acompañar, está nublado y sopla una brisa que no haría muy feliz el momento posterior al chapuzón. Este es el lago antes de ascender al Refugio de Tuca Roya, al lado en la imagen.
Bordeamos el lago por la derecha y seguimos la senda hasta el refugio. Un refu abierto, cuco, muy montañero y enclavado en un estrecho collado a 2668m que nos manda directos al país vecino. El lago cambia de aspecto desde la marquesina del Tuca Roya.
El descenso a la vertiente francesa es agresivo, muy empinado, con piedra pequeña suelta y palas de nieve mezcladas con chinorros que nos hacen bajar a cuatro patas en ocasiones y siempre controlando resbalones y no arrojar piedras. Suben montañeros.
De nuevo volvemos a pisar la hierba, praderas, algo más de vegetación. Girandito a la izquierda alcanzamos el siguiente collado, la Hourquette d’Alans. Abajo casi al fondo apreciamos el Refugio de Espuguettes. Arriba del todo la Brecha de Roldán.
Este refu está en un impresionante emplazamiento. La Brecha de Roldán es una perfecta referencia de lo que supone la grandeza de este lugar. En primer término se adivina el Circo de Gavarnie. Quien haya rondado por aquí sabrá que faltan palabras para describir lo que media entre mi persona y la frontera con España. Alcanzamos el refugio.
El contrato con Tomás reza que en cada uno de los refus tenemos derecho a una lata. Veníamos especulando sobre el término ‘lata’. Puede ser que el refugiero nos de por saco (dar la lata), o que la lata sea bien de berberechos o atún en escabeche, por citar algo enlatable. No hay cerveza sin alcohol, así es que me sumo a la propuesta de Jorge y me hinco una de cola… Sus azúcares, la cafeína, la economía americana. Todo tiene su por qué.
No nos entretenemos demasiado y salimos trotando prado abajo hasta la Cabane de Paille. Un encantador rinconcito donde encontramos una buena colla de gabachos haciéndose un envidiable picnic. Hemos vuelto a adentrarnos en el bosque. Trotamos sin cesar hasta el Hotel du Cirque. El espectáculo se venía cuajando desde la bucólica cabane. Esta es una panorámica de lo que nos acaba de drogar directamente en vena, en cerebro, en alma…
Es el mismísimo Circo de Gavarnie. Con sus sienes y sienes de turistas caminando posesos hacia la base de la imponente cascada, singular en el mundo mundial, único y tremendo-bestial goteo que va a ser la banda sonora de nuestras próximas dos horas. Los turistas también tienen (tenemos) sus razones para perderse por aquí.
Pasamos junto a la terracita del hotel, cerca de Gavarnie. Un flashback a los años 20. Unos burrotaxi agotados de subir y bajar visitantes al pie del chorro. Un niño con la camiseta del Barça me recuerda a uno de mis jabatos. Los dejamos a un lado, llegamos al cauce del río, cruzamos el puentecito y empezamos a dejar atrás todo el tinglado. Todos buscan lo mismo. Sólo media docena de caminantes van hacia las escaleras con la intención de llegar a Sarradets. Una senda franca, como dice Jorge, se va hacia la derecha. No aparece en el mapa. Tenemos claro que hay que subir violentamente por algún lado. Seguimos una huella menos pisada y cada vez se nos muestra más claro. Nos enfrentamos a un despiadado desnivel de 1030m (1550 Hotel Cirque-2587 Ref Sarradets) en poco menos de 3 kilómetros. Jorge toma aire, yo más. Detrás la eterna cascada, acompañándonos a lo largo de todo este tremendo ascenso. Si vienes no dejes de girarte continuamente. Te parecerá inmensa tanto cuando levantes la cabeza para admirarla como cuando la agaches, la vas a adorar en picado y en contrapicado.
Pero no todo son penurias. Además de admirar la caída de agua y el plano general, los detalles medios y cortos también nos transmiten una valiosa información de lo que existe a nuestro alrededor. En esta curiosa imagen Jorge retrata a una marmota y yo no voy a ser menos con ambos. Por cierto, esta marmota está agilipollada, ha permitido que me plante a un par de metros de su guarida sin chillarme y sin salir por patas. Demasiado confiada ¿no?. Junto a ella una Leontopodium alpinun, la edelweis famosa. Hacía 7 años que no veía una.
El paredón inicial va remitiendo. En esos 1030 metros de desnivel hemos incluso trepado en un tramo tremendamente vertical de casi 200 metros. De apoyar las manos, de 3º, descarado. Lo que decía, se tumba el recorrido y aparece de nuevo ante nuestras miradas la brecha. Tenemos en frente el Refugio de Sarradets o de la Brecha de Roldán donde nos espera nuestra segunda lata y en el que no renunciamos a un trozo de coca-tarta-pastel de chocolate que compramos por dos pavos a una rubia y preciosa refugiera. Están bien criadas a estas alturas y en estos ambientes.
Nuevamente nos tomamos un respiro. Esto está lleno de gente. Hay que tener en cuenta que la civilización está bastante cerca de este refu si seguimos la senda que conduce hacia Bujaruelo.
Ante nosotros la última subida del recorrido. La última subida potente. Ya sabemos que la Ley de Murfi de la Montaña reza que jamás te creas que ‘ese’ es el último repecho ya que tendrás ante ti al penúltimo.
Le tiramos después de agotar nuestra lata, la coquita de chocolate, buenísima, por cierto, y de despedirnos de esta multitud de Sarraddets.
Primero un espoloncillo de tierra sueltecita. Llegamos a una faja estriada por los apretones glaciares y finalmente y con cuidadito de no patinar, la pala de hielo que nos permite regresar a nuestra patria. Desde la Brecha de Roldán puedes orinar a una u otra nación, según pertenezcas a la primera o la segunda y siempre que las ganas sean el indudable origen de la necesidad. También hay que tener en cuenta hacia dónde sopla el viento. En este supuesto sería recomendable ponerse de canto y que el aire se lleve tu aguita allá donde caprichosamente desee. Ojo no suba alguien por una u otra vertiente y te dé dos capones. Nosotros optamos por sonreir y repartirnos amor. Eso sí, rapidito, que corre demasiado y muy fresco el aire. Hoy el pis hubiera ido a La France.
La huella de la izquierda, pegada a la pared, nos lleva hasta nuestro siguiente objetivo. En la imagen se aprecia claramente la Gruta de Norbert Casteret al fondo.
Volvemos a trotar en este precioso tramo. Allá al fondo veo las praderas que conducen a las Clavijas de Cotatuero, tozales, elevaciones que se escalonan cada vez más difuminadas. Necesitaba regresar a esta inmensidad.
La senda nos va a llevar a la cavidad pasando por el pasamanos. Jorge lo supera en primera instancia y después posa con la gruta a sus espaldas.
Hacemos un alto en la cueva. Han puesto una cerca para que no se cuele el personal. Hago como que no la veo y a tientas llego hasta la columna de hielo. Recuerdo con lujo de detalles la noche que pasamos Juanen y yo sobre este hielo hace muchos años. Aquí está la brecha desde la cueva, el bloque helado y la entrada desde el fondo. De nuevo un regalo para los sentidos.
Y también la brecha y la falsa brecha desde la boca de la gruta.
Tramo trotón hasta el Refugio de Góriz. Sendas francas, acolchadas de hierba, de tierra compacta, agradables de correr. Pena que se haya instalado un nubarrón sobre el Perdido. No se deja ver en todo su esplendor.
Góriz: Esas ventanitas amarillas, como siempre. Por cierto, no está en la foto, pero están duplicando su capacidad. Va bien el negocio. Conversamos con un par de montañeros que han salido esta mañana de Pineta hacia aquí. Ya nos anuncian lo tormentoso del tramo Pineta-Collado Añisclo, ellos lo han hecho de subida, diferente.
Reclamamos nuestra última lata y charlamos con el refugiero. Seguiremos el GR11, la variante que pasa por la Punta Las Olas hasta el collado de Añisclo y hasta Pineta. No se hable más, es más aéreo, tiene menos desnivel y acorta. A estas alturas estamos cansaditos.
Salimos hacia la Collata Arrablo. Ordesa luce a nuestra derecha.
Aquí, en la Collata, el GR11 se parte. A la derecha va a la Fuente Blanca y después asciende hasta el Collado de Añisclo. Vamos al mismo lugar pero por debajo de las Olas. Más rocoso, más elevado. Las nubes por fin se deciden a descargar algo de su lastre. Chispitas primero, gotas gordas después. Pero el tiempo va a ser benevolente. No nos vemos en la necesidad de ponernos el chubasquero, ha sido pasajero. Moja el terreno y nos obliga a tomar precauciones en algunos puntos, en lo alto del Rincón Deras Solas. De hecho hay un par de emplazamientos con pasamanos, muy sabiamente instalados. También a nuestra derecha el Cañón del Río Bellós, más que espectacular, cerradito, vegetado, atractivo… Otro lugar más para la lista.
Y así, llegamos al Collado de Añisclo. Parece que está ahí al ladito, pero hay que llegar a él después de planear sobre el Rincón Deras Solas. Una entretenida fiesta de rocas, formas, rincones…
Ya nos habían advertido del brutal descenso con el que acaba el MPE. Bajaremos 1200m en 4k. Desde aquí arriba el paisaje vuelve a fascinarnos. Es un remate exigente, también un buen lugar para morir congelado… Pero hoy no.
Aquí Jorge y allá Pineta. El río refleja las últimas luces del día. Brutal final de jornada.
Empezamos a perder altura sobre un terreno rocoso, pelado, castigado por el viento y con poca vida. Poco a poco las hierbas tapizan el terreno. A los 2000m aproximadamente aparecen las primeras coníferas. En pocos metros de bajada la biodiversidad nos abruma. Incluso el ‘tiempo’ cambia. No sopla el viento, hay calma chicha, humedad creciente. Volvemos a sudar la goterones salados dentro del bosque. Anochece y hay que iluminarse.
Accedemos al lecho del río y llaneamos hasta la mismísima puerta del Refugio de Pineta. Nadie nos hace la ola, no hay arco de llegada ni chip registrador, ni megafonía, ni bandejas de bocatas ni –afortunadamente- isostar de colorines. Una preciosa camiseta y las acogedoras miradas de los huéspedes.
Destaca Tomás, el alfa y omega de la fiesta.
Han pasado 14 horas y 5 minutos… y valles, collados, sendas, refugios, ríos, cascadas, praderas, lagos, montañeros, grutas, pasamanos, palas de nieve… Y mi hermano Jorge y yo. Siempre será la penúltima.
Xatos, recomendable, muy montañera, son los Piris, poco más se puede añadir.
-------------------------------
*EL RECORRIDO: Refugio de Pineta - Balcón de Pineta - Refugio Tuca Roya - Refu Espuguettes - Gavarnie - Refu Sarradets - Brecha Roldán - Gruta Norbert Casteret - Refu Góriz – Collata Arrablo – Punta de las Olas- Collado de Añisclo - Refu Pineta. 14 horas y 5 minutos.
*Wikiloc y perfil:

-------------------------------
BARRANCO DE ORDICETO
Y tal y como estaba planeado, después de una reconfortante noche y un estupendo desayuno, nos vamos en busca del Barranco de Ordiceto. Corto, con su técnica y sus aguitas frescas, buenas para reponer el efecto del machaque de ayer.
En poco nos plantamos en la zona de aparcamiento. Los 30 minutos de aproximación se quedan en 15, y no es que hayamos ido a toda mecha, estaba exagerado en la descripción. Pasamos en extremo silencio junto a una colonia de abejas y nos adentramos en el cauce. Hermoso: Un barranco de granito, el único de por aquí de esta roca, verde, de aguas cristalinas y heladas las jodidas. Mis zapas patinan demasiado. Nos echamos muchas risas…
Dos lecciones: 1ª: No te entretengas haciendo fotos como las anteriores del tronco porque mientras tanto las cuerdas se vuelven locas y se lían con el tronco hasta el punto de tenernos 20 minutos a remojo medio sumergidos para desprenderlas.
2ª: Jaime, tira la cuerdecita rosa que ya te vale. Esta historia para otro día. Mientras iré ahorrando para comprar una de barrancos. Y unas zapas con mejor agarre.
Y así concluyen 53 trepidantes horas en las que pocos minutos han sobrado. Y muchas más, muchas, muchas más, por favor.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CONSEJOS SOBRE MATERIAL DE CXM:
- MATERIAL BÁSICO PARA CORRER POR MONTAÑA, POR ALBA BELTRÁ.
- CONSEJOS DE MYRIAM TALENS SOBRE ZAPAS DE CXM.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Comentarios

  1. Bonito relato he impresionantes fotos,UNA LATA DE COLA!!!!!ande vamos a parar.

    ResponderEliminar
  2. menuda menuda y menuda pareja....que chulo que pasada... los pelicos de punta con el relato de felicidad que contais...un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Se me olvidó comentar que los pies de maravilla, sin las lonxacas esas que me quitó la podóloga Pilar. Perfecto.

    ResponderEliminar
  4. Qué pasada!!! Qué bien os lo montáis!!! Envidia sanota, pero muy muy grande. El relato es de cine.

    ResponderEliminar
  5. Guay¡¡¡ la proxima me avisas a la proxima¡¡¡ makinas¡¡¡

    ResponderEliminar
  6. Grandeeee aventura.
    Supongo que con la Escolana 2, no?
    Qué envidia no poder acompañaros. Un abrazo amigo. Hasta pronto

    ResponderEliminar
  7. Me encanta leerte, parece como si lo viviera de primera mano.
    una abrazo hermano
    Paco

    ResponderEliminar
  8. Una pasada, brutal. Algún día lo viviré en primera persona...

    ResponderEliminar
  9. Pasote, pasote!!, vas sumando rincones de este planeta a tu haber, dentro de poco tendrás que hacer trail por la luna, así que ves planteandotelo. Un abrazo!!.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario