UTMB 2011: Lluvia, barro, nieve, frío y sol. Todo por el mismo precio

Estos son Marcelo y Guillermo. Corrieron las respectivas Mini UTMB y Mini TDS. Creo que por aquí deberíamos fomentar esta pasión de forma parecida.
Los nanos salieron con tremenda ilusión, en desbandada, a saco, a por todas… Todos con el dorsal 1. Estas minipruebas arrancaban con el majestuoso Mont Blanc ante sus ojos. No sé qué debe de pensar un chaval con un panorama así ante sus narices…
…Algo más de 24 horas después Pedro y yo nos amontonamos detrás del arco de salida
Calentitos entre la multitud y húmedos bajo una persistente lluvia que ha tenido a Chamonix evacuando agua por sus cuatro costados desde la sobremesa.
Los Escolano llegamos a la capital del ultra trail el 23 de agosto por la noche. Allí nos recibe José Miguel. Es tarde y dejamos las charlas para el día siguiente. El segundo piso de este victoriano edificio es su morada. La que disfruta del sol en el balcón es Mia
Además de disfrutar del sol admira el Mont Blanc, L’Aiguille du Midi, en fin, lo más granaico de los alpes franceses
La Escolana se queda en el aparcamiento que la organización ha dispuesto para los corredores. Prácticamente vivimos en casa de José con Patricia, Valeria, María, Laszlo, Mia y Vanesa. Buen llantar, excelentes guisos. José se ha dejado el curro esta semana para “correr” conmigo. El día que se va Mia llega Vanesa y, no sé si es su especial forma de romper el hielo o qué, pero el masaje que me da en los pies va a ser otra de las claves del éxito de las siguientes horas
La salida estaba prevista para el 26 de agosto a las 6 y media de la tarde pero un chaparrón provoca un cambio de planes y lo deja para cinco horas más tarde. La propuesta no está mal: En primer lugar nos va a tener cinco horas menos bajo la lluvia, lo cual para la organización puede suponer que la escabechina no sea bestial y, en segundo término, me va a permitir sestear casi tres horitas. Otra de las claves.
Lo dicho, cuando despierto ya llueve. Me ducho y me retoco la perilla de chivo que me he dejado para la ocasión. Tengo ciertos elementos de mi parte: Guille, Jaime, Marcelo y Guillermo que están viviendo esto de forma especial, y yo más; tengo a esta pandilla de Chamonix alentándome a toda hora; tengo a Pedro… Estoy terriblemente motivado y he decidido, animado por mi hijo Jaime, dejarme una perilla-chivo que me ayudará a ser una cabra más entre todas las que le bailan la fiesta a la Heidi esta
Llega Pedro ya nikelao y yo con estos pelos. Escampo los trastos en la habitación. Vuelvo a repasar mentalmente el material. No me falta nada… ¿no me falta nada?. TíraliMartí que se nos echa el tiempo encima. Me relaciono estrechamente con la vaselina, generosamente, con cariño. Llueve. Decidimos salir de corto con el pantalón impermeable y la tercera capa. Si llueve te mojarás, impepinable. Cuanta menos ropita lleves menos ropita mojarás. Y así actuamos. Nos hacemos unas fotos de grupo en la puerta de la base de operaciones: Patricia, Pedro, José, Valeria, María, Vanesa y el secretario
Caminamos hacia la salida. Cada paso incrementa el número de humanos por metro cuadrado hasta que la densidad es insuperable. El grupo se pierde. Pedro y yo de la manita nos abrimos paso hasta el arco… Son las imágenes en las que estamos apiñados entre los miles de corredores…
11:30pm del 26 de agosto. Arranca el UTMB 2011. Es la hora y el día que tanto he soñado. Es el momento en el que empieza el UTMB 2011. 170 kilómetros y 9.700+. No tengo ninguna duda. Sólo he venido a disfrutar, a empezar, a acabar, a sentirme…
Trotamos hacia el extrarradio de Chamonix y miles de espectadores aplauden y gritan a nuestro paso. La lluvia moja a todos por igual. A la izquierda del reguero nos volvemos a despedir del grupo. Guille y los niños han preferido esquivar el chaparrón, pero he hablado con ellos hace un rato. Seguimos juntos. Trotamos apelmazados, pegaditos, juntitos, en grupetes… Y poco a poco nos estiramos. Dejamos el asfalto y nuestros frontales iluminan el bosque y la cortinilla de agua que nos acompañará hasta las 4 ó 5 de la mañana. Esquivamos charcos, procuramos pisar la hierba para no embarrarnos, pero va a ser inútil. Pasamos Les Huches. Subimos pendientes considerables y bajamos por sendas embarradas y zonas de hierba que patinan escandalosamente. Procuro no caer y lo consigo, pero a mi alrededor se suceden imágenes de humor amarillo: ostiones de liga profesional que cualquier día saldrán en esos vídeos de leches a mansalva. Sucede ante nuestros ojos. Una japonesa pierde el equilibrio, se revuelca en el barro y un asturiano nos comenta que va un rato a su lado y la tía no para de caerse y partirse de risa. Va a ser que lo del humor amarillo tiene su explicación. Ya te cuento luego lo del japonés, curiosa raza.
Mojados y embarrados llegamos a S.Gervais (K21, 03:53am). Reencontramos a Miguel Flor. Un placer. Segundo o tercer avituallamiento y espectacular: zona de dulces, de salados, de frutas y verduras… Me cuesta no cenar como si fuera la última vez. Más tarde sentiré que he comido de más. Pero ¿y si es la última? ¡que me quiten lo bailao!.
Seguimos zurrándole de noche. La indumentaria elegida (de corto más plástico) ha sido la acertada. Lo que no me mojo por fuera me lo mojo de sudor por dentro, pero voy caliente, cómodo. Al poco de salir de S. Gervais un individuo se aproxima por detrás y nos comenta que la hora de cierre del próximo control está adelantada y estamos a 10k de ese lugar y a hora 45 min de allí. Ya decía yo que no era normal que la gente nos adelantase tan chispada. Pues bueno, nos ponemos las pilas. Íbamos muy de charreta, conservadores… A zurrar… Y a triunfar, por pocos minutos, pero en tiempo. Ha sido un poco loco el acelerón, nada aconsejable dentro de los primeros 40.
Otro avituallamiento. Rapidito y a seguir. El tiempo es oro.
Ya clarea el día y la ruta pica hacia arriba. Conforme la luz se apodera del UTMB se aprecia el hermoso subidón al BonHomme
En un tramo de la subida nos adelanta un señor ya mayorcito que corre y mea, o mea y corre… Combina ambas acciones graciosamente mostrando su capullo sin pudor. No pasa nada si para y mea. El primero ya no va a llegar. Y así las circunstancias, con el cielo despejado y pasadas las seis de la mañana, con un frío que pela llegamos a La Balme (K39,2, 07:35am). Buen ambiente, caldito, comidita y fogata. Me acerco al fuego para grabar un poquito de vídeo y salgo despavorido. Si me quedo sólo me falta sacar la lana y hacer calceta. Peligroso. Aquí Pedro y el secretario dispuestos a dejar atrás el calor del hogar
Es cuestión de paciencia. Poner la reductora y no parar, o lo justo… Así en filita india los corredores buscamos el empinamiento de la cumbre (Milanés, ¡qué grande!) engañados por un cielo azul y despejado que nos tiene que dar paso al 27 de agosto con nubes y claros, más nubes que claros, pero sólo eso…
La Croix du Bonhomme (K44,7, 09:17), casi fin del subidón. La montaña es así, no bajes la guardia. En un par de horas un día que apuntaba azul y despejado, o es lo que el subconsciente desea, gira y escupe viento, frío y nieve…
El paisaje es precioso. A quienes nos gusta la montaña nos emborracha este ambiente. Cae nieve polvo, copos más grandes después. En ocasiones la niebla nos deja sin panorama, pero el juego de elementos, en general, es fascinante. El tramo es durísimo. Disfruto sin dejar escapar nada, es lo que me llevo… Hasta que de nuevo empezamos el descenso hasta Chapieux. Nuevamente terreno herboso y senda franca resbaladiza.
Lo del japonés. De nuevo ante nuestros ojos un patinazo nipón de campeonato, con la cruel mala suerte de que se produce rodeado de lajas de pizarra afiladas y orientadas hacia arriba. La rodilla del muchacho cae seguida de todo el peso de su cuerpo sobre el citado filo. Se levanta. Remueve su pantalón de plástico, descubre una raja y deja asomar un corte fino de carnicero experto. Yo le calculo, por experiencia, unos ocho puntos de sutura. Nos quedamos con él hasta que llega su risueño compañero. A este se le ha acabado la carrera y si no vienen a por él, el desplazamiento hasta Chapieux va a suponerle un suplicio. Cruel y puta mala suerte.
Chapieux (K50, 10:08am) es un reducido grupete de casas, una pedanía que diríamos aquí. Nos reciben los controles y una carpa con viandas: queso, embutido, dulce, fruta, sopa, bebidas… Muy bien montado todo. Está nublado y ha dejado de llover. Decidimos quitarnos los plásticos de cara al costaron que se avecina. Al abandonar el puesto nos pasan un controlillo, nos piden el teléfono. Sin problemas. Y como esto es así, a los 5 minutos empieza a chispear. Vamos a dejar pasar un rato a ver si escampa. Pero conforme ascendemos hacia el Col de La Siegne la montaña dice eso de ‘aquí estoy yo’… Y nosotros también guapa, y respetada y amada siempre, claro… Y nos volvemos a poner pantalones y chubasquero. Ella siempre puede y jamás intentes llevarle la contraria. Y a cada paso más fuerte el viento. Y más gordos los copos de nieve.
Aquí me encuentro a los malagueños Paco y padre Paco a quienes conocí en la de Javalambre de 2009. 73 años. ¡qué grande!. Yo me quiero ver así…
Con una curiosa ventolera y el sol que parece que empieza a ganar la partida a los demás elementos llegamos al Col de La Siegne (K60,4, 13:09pm). Impresionante valle. He hecho más vídeo que foto, pero cualquiera se puede imaginar un valle en Los Alpes, cualquiera puede suponer que una subida suponen +600… +1000 y una bajada lo mismo. Prados verdes, glaciares, picos espectaculares, casitas en las que Pedro y Heidi hacen de todo menos cuidar vacas y el abuelo está todo el día con la pipa, o cachimba, tumbado acordándose de lo que hacía cuando tenía la edad de Pedrito… Y yo, aún sin haber acabado, sueño con regresar y hacer esto con tranquilidad, parándome en cada mágico rincón para disfrutar del paisaje…
Por cierto, me entra un mensaje de la organización que dice así: “Info UTMB: cambio de trayecto después Champex Bovine inaccesible en respuesta a los danos del mal tiempo ayer. Trayecto desviado por Martigni. 170km, 9.700D+”. ¿No querías caldo?. Pues toma dos tazas. Tres kilómetros más y un poquito más de cuesta, ¿qué es eso después de todo? A la mierda Heidi y el abuelo. Yo a Chamonix.
Pero ahora estoy en el Lac Combal (K64,9, 13:51pm). Después de un bajadón por una senda de estas compactas, sin irregularidades, trotable y disfrutona a tope, de nuevo una carpa nos ofrece los manjares lácteos y cárnicos del lugar. También barritas y otras guarradas modernas de esas.
Pedro ha tomado la decisión de dejar la UTMB. Me pide que siga, que él llegará hasta Cormayeur y se retira. Le están costando las subidas, le falta el aire… Le propongo que chino-chano, a pie y ligeros llegamos en tiempo, hasta las 9 de la tarde de mañana podemos. No, va a ser que no. Nos abrazamos y sigo mi camino con bastante pena. Yo me encuentro bien.
Troto valle abajo hasta que un desvío me encara por la derecha hacia arriba. El sol ya se ha instalado y decido seguir de corto. La costereta es empinada y soleada. El helicóptero de la organización se pega unos cuantos pases grabando para el vídeo final. Estaremos al tanto. Así las cosas llego a Borde Mont Favre (K68,9, 15:53pm) y me retrato con los de la organización que están controlando pasos, de emergencias y demás menesteres
Son unas casetas de metacrilato que depositan en algunos collados para que los de la organización no palmen de frío y para que no les pase lo mismo a cualquier corredor que llegue exhausto al collado. Casi todo bien pensadito.
Bueno, desde aquí cuesta abajo hasta Cormayeur, pero cuesta de esas alpinas, de las que te permite repasar media vida mientras vas acabando con tus cuádriceps.
Y mientras bajo y bajo me doy cuenta de un par de tipos de corredores en función de su pericia con la organización de la mochila. El corredor de la izquierda (mete-saca-acumula) va amontonando chaqueta, bolsas, prendas… en los ganchitos y gomas de la mochila conforme le van sobrando. Y me consta que este fue capaz de andar así más de 20k. El corredor de la derecha es más cuidadoso (mete-saca-guarda) con su material. Va a ser más cómoda esta postura, más compacta. Al primero le bailaba el asunto como saco de magras en plena discoteca…
Bien, me acerco a Italia y eso se nota. El Col Checrouit (k74) es un escaparate de pijines estupendo. O yo que voy turbado y veo tías buenas tomando el sol y tipos con el cuello del polo subido y oros colgando a las puertas de un hermoso ref. de madera alpina con la urbe, Cormayeur, allá abajo. Tomo algo, siempre tomo algo, aunque en ocasiones no me apetezca, y encaro la empinada senda que me va a llevar al ecuador de la prueba. Ahora la senda es polvorienta, zizaguea entre gruesos y preciosos pinos y va acumulando corredores dada su similitud con un embudo.
Cormayeur (K77,7, 16:53pm). Me lo tomo como la mitad de la prueba, aunque después del mensajito de las 13:41… A la mierda Heidi y el abuelo. Nos reciben con aplausos y gritos de ánimo en el polideportivo de esta hermosa ciudad de turismo invernal y estival. Aquí están mi chati y mis hijos. Los nanos atentos a la llegada de su padre, que soy yo
Guille y Marcelo atentos a la jugada
Llegaron desde Chamonix en un bus que puso la organización (25 pavos adultos y gratis los menores de edad) para seguir a los corredores. Estuvieron varias horas esperando. Gracias, os quiero y no sabéis la alegría que me dio veros, la fuerza y el empuje.
En esta, detrás de Jaime y Marcelo están las bolsas amarillas en las que metimos lo que queríamos en este punto para mudarnos
Recojo la bolsa y me lo cambio todo menos el pantalón. Voy bien de hojaldre, por el momento. Camiseta y calcetines limpios. De nuevo sexo con vaselina, es un bonito nombre para una pareja estable ¿no?. Hay pasta, quesos, embutido, yogures, cocacola… Un poquito de todo, poquito, no tengo mucha gana. Y en el tiempo que estoy aquí llega Pedro, firme en su decisión. Llega Miguel Flor y Melgarejo, de Petrer, que van a seguir. Y casi una hora después salgo renovado, con ganas y fuerza. Guille y los nanos me acompañan un tramo por Cormayeur, charramos, unas fotos… De nuevo me despido de ellos. Recargan mis pilas. Falta me hace porque en los próximos 5 kilómetros tengo +789 de desnivel… Salgo del pueblo, hermosos chaletes, el asfalto da paso a un camino y este a una senda zizagueante por el bosque hasta el Refugio Bertone (K82,4, 19:23pm). El tramo que afrontamos ahora es uno de los más bonitos que he visto a lo largo del recorrido. Es corto, algo más de 7k que discurren por una senda sin excesivas pendientes, trotable casi en su totalidad y con un espectáculo visual a la izquierda como pocos:
Si el refugio Bertone ha sido un encanto, el Bonati (K89,6, 20:59pm) es uno de esos lugares en los que un montañero se quedaría una laaaaaaaaaarga temporada. Muy montañero, muy auténtico, con un entorno alucinante. De nuevo control, té, café, viandillas… Salgo del ref. picandillo hacia arriba y después en descenso hasta Arnuva (K94,6, 22:26). En este tramo el personal ya está circunspecto, silencioso, más que una carrerita por montaña parece una procesión. Pocas charlas. Sólo se escuchan unos ‘sivuplés’ para pedir paso a los más torpes en el desplazamiento…
Por cierto, a esta altura, 19:30 aprox, Kilian ya habrá llegado a meta... Estos marcianos de la leche.
En Arnuva (K94,6, 22:26pm) otra vez carpa y alimentos. Me comenta un tipo que salimos cuesta arriba, que hasta el Col du Ferret son +900 y que allí se prevén 0º y viento, es decir, sensación térmica de -10º. Pues bien. Como algo calentito y me pongo las mallas… ¿las mallas?, joder, llevo las piratas y pensaba que iban las enteras en la mochila. ¿Y qué?, pues hipotermia en los gemelos y a seguir. Me pongo las piratas y me uno a la procesión, esto se va a hacer a pie y largo. Pongo la reductora y empiezo a poner un pie detrás del otro. Sé que me estoy perdiendo un paisaje espectacular, por eso quiero volver. En algunos tramos de la senda percibo profundas caídas y estrechas sendas. Subo y subo. No paro y no debería de hacerlo, cada vez el viento es más fuerte… Y así, después de casi hora y media llego al Col Ferret (K98,9, 23:50). Me pasan el detector por el pecho y salgo pitando cuesta abajo. Cada zancada sube la temperatura y me despeina menos. Es un descenso suave que me deja trotar. Estas sendas, yendo fresco y de día son para disfrutar arreándole. Voy adelantando almas sin parar hasta llegar de nuevo a la civilización. Salgo de un espeso bosquete y allí, con los ojos como platos, José Miguel
…y María, Vanesa, Patricia y Valeria, esa pequeña sonrisa bonaerense que también he tenido el placer de conocer estos días
Estoy en Champex (K123,7, 05:40am). Estas carpas empiezan a ser un poema. Hay unos ventiladores que chutan calor rodeados de medio cadáveres adormilados que no acaban de darme buen rollo. Bien, me alimento, me hidrato y cambio impresiones con la pandilla…
Esta gente no sabe lo que me está ayudando. Una clave más, saber que alguien está a la vuelta de la esquina. Sus sonrisas, sus gritos en el mismísimo idioma de uno. Ala, que queda un trecho aún.
Se avecina un tramo de bosque. Lo que siempre he querido recorrer al trote y va y me toca de noche. Transito junto a un río hasta que me queda cada vez más lejos. Asciendo por una preciosa y oscura senda, a veces acompañado, otras me pregunto si no me he saltado algún cruce. Nada, enseguida se ve una luz, un grupete más o menos nutrido que gira una zeta. También me sorprenden figuras tumbadas, acurrucadas en sus impermeables en algún recodo de la senda. Quiero pensar que están durmiendo. Espero que despierten y sigan corriendo o caminando… ¡thriller nigth!. Yo me voy pitando no se despierten con ganas de comer y les mole mi culito. Además, no sé si es cierto o alucinación, escucho de fondo una música que podría ser perfecta para un vídeoclip de corredores vivientes. Aprieto, que se merienden al de detrás…
Bovine, creo que es Bovine, (K133, 06:00am). Confirmo mis sospechas. De lugares como este reclutaba Michael Jackson a sus zombis. Silencio, cuerpos quebrados sobre las mesas que ni roncan. Llevo, y toda esta gente también, claro, unas 30 horas de traca para encontrarme esta sensación de decrepitud. Se me pega algo, parece inevitable. Como algo, no me acaba de entrar nada así con alegría. Paso un ratillo y decido salir. Pregunto por la salida. Y mira que lo pone bien claro: SORTIE. Zombi, así veo el asunto. Salgo a la calle y empieza a clarear. Veo a 4 ó 5 tipos que caminan y esbozan una suerte de trotada por la carretera de asfalto que nos va a bajar 1000m al fondo del valle y me uno. Creo que en compañía se puede llevar mejor lo que queda de carrera.
Converso. Entre el valencià, el caspo francés y el inglés, que no se deja dominar del todo, y menos con la lucidez del momento, capto la filosofía del grupete. Caminar a un ritmo más o menos fijo, lo que permita el cuerpo, hasta llegar a meta aunque sea a última hora. Uno renquea, otro lucha por mantener los ojos abiertos, otro no se ha cortado las uñas en tres semanas… Son ellos, ¡SON ELLOS, LOS CORREDORES VIVIENTES!...
Me miro al espejo. Estoy en el K133. Aquí es donde empieza la carrera, es lo que siempre he pensado. Estoy vivo, sólo son 37k hasta Chamonix. Abro los ojos y decido que tengo que salir corriendo de allí. Trotar en llano y cuesta abajo y a paso ligero cuesta arriba. Clave al canto. Me meto la premisa en la cabeza y empiezo a correr. Dejo atrás a estos tipos y me lanzo cuesta abajo. Voy adelantando gente. Paro y me quito de todo. Continuo de corto.
Llego al fondo del valle y pronto veo por dónde nos lleva la UTMB. Pongo la reductora y afronto otroo ascenso. Dejo unos bancales de vid, entro en una senda en el bosque y llego a un alto, un alto sin nada en especial. Desciendo a Martigny (K137) y paso por una pequeña carpa con algo de sustento. No pierdo tiempo y sigo. No soy consciente de lo que me espera, se trata de un costaron de asfalto primero y hierba después de +1.528, entre Martigny y Catogne. Una animalada cada vez más en la hora potente de sol. Sudo más que en todo el viaje. Este tramo lo hago en parte con Malpica, un villenero que ha venido con Miguel Flor y que me he encontrado saqueando la panadería del pueblo para poder sobrevivir, entiéndaseme, estaba desmayaico el pobre y necesitaba fuel.
Corono y me dejo caer hacia Vallorcine, unos 800 negativos por sendas compactas y bosque verde y fresco. Sigo adelantando gente por el camino, fiel a mi mandamiento… Antes de llegar al control encuentro a Pedro. Viene a recibirme y acompañarme hasta el pueblo. Sin duda otro chute de moral sin descripción.
Vallorcine (K154,9, 13:45pm). Entro a la carpa y una señora de la organización ve la banderita de España en mi dorsal y me grita: ¡Oh, España, sangría!.
Y le respondo: No, sangría no, pero si me trae una cervecita me la hinco como dios.
Y va la buena mujer y me la trae. Flipo, me la trae, una cerveza, con todo su alcohol, su botellín de vidrio verde, su maravilloso gas. Creo que he pasado la frontera del país de los corredores vivientes. También están José Miguel y María. Han grabado en vídeo cositas cachondillas que ya veremos. María es vital por excelencia y esto, a estas alturas, es más necesario que la birra de la señora. Al fiestuki se añade el espíker de la organización
El tipo lee mi nombre en el dorsal y me anuncia como a una super estrella del running, y además le pide al pincha discos que ponga algo a juego de fondo. No recuerdo bien si fue el ¡Qué viva España!, un fandango o un pasodoble. Esto es Suiza, sí señor, menos precisión y más despiporre.
Pedro me va a acompañar hasta el final. Me propongo acabar este tramo lo antes posible y corro todo lo que puedo. 15k son muchos a estas alturas pero voy comiendo metros, charlando con Pedro. Más tarde reaparecen una vez más José Miguel, Valeria, Patricia, Vanesa… Y María y Laszlo que se unen a mi trote en los kilómetros finales.
Argentiere (K161). Ya se huele el final, pero con guasa. Casi entrando en Chamonix la organización nos conduce a la orilla derecha del río. Voy adelantando gente. Dejo atrás a uno que seguro que pasará los próximos siete días en la uci, eso que hace no es andar, es desplazarse en un extraño idioma, en una postura imposible. La última costera, un subidoncito que me recuerda que aún se podría estar peor. Pero lo paso. Pedro y Laszlo me acompañan. María va y viene, trota con gracejo y controla cruces, va preguntando e informándome de lo que falta para el descenso final. Que llega, todo llega, el tiempo pasa, los metros se ganan y cuando te quieres dar cuenta, van 170 kilómetros después de 41 horas de juegos de palancas, es fascinante. Pedro se adelanta para grabar. Laszlo y María me dejan en la alfombra de las estrellas al entrar en Chamonix. Me veo en medio de un pasillo de gente que me anima, me aplauden, me dejan paso. La poli corta el tráfico para que el 1874 llegue a meta.
Mi gente está alerta, esperándome. Llevan esperándome 40 horas…
Y llego. Marcelo y Guillermo van a recorrer a mi lado los últimos metros del Ultra Trail del Mont Blanc.
Debajo del arco están también Guille y Jaime
Y después de 41 horas y 41 segundos y 170 kilómetros de trayecto vuelvo a estar con los míos
Recojo mi chaleco de finisher y paso por la carpita de merendola final. Una cerveza, ¡cómo no!. Entre la multitud la pandilla se reúne, la familia… Volvemos a la base de operaciones. Ducha, sesteo un rato mientras el resto se van a vivir el ambiente y preparamos la cena de despedida. Ya no nos volveremos a ver hasta que lleguemos a Alicante
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Mi dorsal:
Mi hoja de corredor:
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Material y alimentación:
-Salgo de Chamonix con unas zapas Montrail Melee pisteras, cómodas, anchas. Ya trabajaditas, muy hechas a mi y viceversa. Ningún problema hasta que me las cambio en Cormayeur, k77,7, por unas Nike Alvord 8 menos gastaditas y con buena amortiguación que me dejo para el resto. Ninguna rozadura ni llaga. El único problema en los pies es el lógico del machaque de tantas horas. Fue fundamental la visita a la Pilar la podóloga. Es importantísimo hidratarse los pinreles así como quitarse las durezas.
-Calcetines: Dos juegos de Mund modelos Atlas. Mulliditos, traspirables. Sobresaliente.
-Llevo hasta Arnuva, K94,6, los pantalones salomon que compró Pedro para el club. Van fenomenal. Llevan una braguita buenísima. Voy sin calzoncillos con ellos. Y vaselina a saco. Dejo de untarme cuando siento que me empiezo a poner xoto. En Arnuva me pongo calzoncillos y piratas por el frío, no por incomodidad. Creo que podría haber acabado con los salomon sin problemas. De todas formas se me resiente el hojaldre desde que me pongo las mallas.
-Salgo con la camiseta salomon, que igualmente compró Pedro. Fenomenal. Me la cambio en Comayeur por quitarme el olor y tal, pero si la dejas que se seque, hasta el final.
-Con los bastones desde el principio. Buena compañía. Unos ferrino de alu ligeritos y muy resistentes. Me han aguantado varias ultras y aún no es momento de jubilarlos. Necesitan una reparación en uno de los puños. Locktite y a mamarla.
-Unos pantalones impermeables de 16 pavos de un gran almacén de Francia, Go Sport. Plástico puro y duro, eso sí, ligeritos, poco peso. Han funcionado de maravilla.
-Una tercera capa impermeable y transpirable de excelente relación calidad precio del Decatlon, de 34 pavos, verde pistacho que a la par que bonita, práctica y efectiva. Ha cumplido su misión sin rechistar.
-Guantes de decatlon. La verdad es que no eran impermeables y transpirables como pedía la organización. Y la verdad es que no me los puse hasta que no encaré el Col Ferret, no los probé con lluvia. Lo que es con frío, estupendos.
-Los incombustibles buff. Un gorrito-casquete que no usé y un cortavientos finísimo por si en vez de frío refrescaba, que no empleé tampoco.
-Y todo en una mochila Kamel que no es precisamente de correr pero que como me va como picha al culo, pues no la voy a dejar en la estacada después de todo lo que ha hecho por mí. Además, tiene la funda de lluvia incorporada y va de cine.
-Alimentación: No te va a faltar de nada en el UTMB. Muy recomendable llevar alguna reserva energética de cara a un costerón, a un sobre esfuerzo o a una jornada especialmente calurosa. Yo he empleado los tubitos de ovestrim, las ampollas de agua marina de Quinton y las gominotas de cocacola de Powerbar. Agua encima, sin sales ni gaitas. Cocacola, té, café, sopas calentitas, queso, embutido, pan, plátano, naranja… en los avituallamientos.
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Noticias del evento:
-El español Kilian Jornet gana su tercer Ultra Trail del Mont Blanc.
-Kilian Jornet se hace con su tercera victoria en el UTMB.
-Entrevista a Lizzy Hawker, Primera corredora en el mundo en conseguir 4 victorias en el Ultra Trail del Mont Blanc: Lizzy Hawker: "Es increíble lo que puede tolerar el cuerpo humano".
-Kilian Jornet y Lizzy Hawker: Rey y Reina del Ultra Trail del Mont Blanc.
-Uno de los vídeos oficiales.
--El vídeo de Eurosport.
-Un vidiet de la salida.
-El UTMB 2011 en cifras.
-Tribute to the Mont Blanc... Espectacular.
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Comentarios

  1. Grandes Jaime y Pedro!! Enhorabuena, sobretodo por vivirlo asi.

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  2. acabo de zamparme la cronica de un tiron, agotao,cansao,reventao,,....pero que grande es haber acabao !! y que te quiten lo bailao !! a estas horas ya estas felizmente recuperao.
    feliz noche
    www.atotrapo.com

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  3. Yo también acabo de zamparme toda la crónica. Grande Jaime, grande. Una bonita historia qué contar. Ahora a descansar tanto psique como físico. Un abrazo campeón.

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  4. Como he disfrutado con la cronica. Enhorabuena de nuevo por la cronica, por la aventura, por vivirlo de esta manera que tanto nos gusta, por compartirlo...porque eres unico, crack.

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  5. Y yo que os puedo decir?? Si lo viví en directo, por un lado y otro del macizo, de noche, con frío,de dia, sin dormir?

    Era un sueño suyo y también de muchos que le seguimos,ahora hecho realidad.

    Yo no pestañeé al verle entrar en la meta, para cercionarme que era realidad.

    Felicidades Titán!

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  6. FELICIDADES, JAIME.
    Yo tambien me la he leído con avidez, muy emocionande. Mi hijo dice que, qué pasa y yo le digo que quite el A.A. que me estoy constipando, pero es que estoy a moco tendido,ufff IMPRESIONANTE.

    Gracias por contarnos de tu aventura, algo que también emociona e impresiona a los humanos, los extraterrestres ya estais acostumbrados a estos eventos.

    Felicidades también a toda la tropa que te acompañó, en el paseito,Pedro, Miguel... a quienes se lo dejaron, por haberlo intentado y no haberse llegado a lesionar, a los que esperaron que reventase su rodilla, que siempre tiene que estar jugándosela, y también a quienes fueron buscándote por el monte,qué mérito tienen...
    Ufff gracias por compartir tu UTMB.

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  7. Ni Kilian ni leches, el autógrafo que quiero es el tuyo. ¿Cuándo rodamos?

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  8. Eres un máquina, felicidades. LLevaba varios días esperando la crónica y me has dejado con la boca abierta. Envidia sana aunque no se si yo algún día seré capaz de hacerla.
    De nuevo felicidades y ahora a recuperse y a pensar en la siguiente. un abrazo

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  9. Llegue a tu blog a través de no se que rodeos cibernéticas, es decir por pura suerte. Muchas gracias por tu relato tan emocionante, y felicidades por terminar el utmb.

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  10. Enhorabuena!
    Que grande eres!
    Lo conseguiste!
    Ya es tuya!
    Disfrutala!
    No comas tanto en los avituallamientos que aun tienes que dar mucha guerra, jeje
    Un Abrazo Campeón!

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  11. LOS PELOS COMO ESCARPIAS!!!!
    IMPRESIONANTE!!!!

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  12. eres una maquina, que pena lo de pedrito, como siempre la cronica espectacular, otro sueño cumplido, a por otro brother

    kikazo

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  13. Jaime, a partir de hoy eres mi puto héroe, voy a poner tu foto al lado de la del dia de mi boda. Grande eres grande, me ha encantado tu crónica, ojalá nosotros podamos escribirla. un abrazo ya me contarás. Edu (el tio más grande a atotrapo)

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  14. hay que contener las lágrimas por la suma de emociones y divino paisaje en estado puro. Has regresado de surcar el cielo en algo más de un día. Ya tengo un nuevo dios en el que creer, y una meta por conseguir: algún día. Mil gracias.

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  15. Flipante, qué envidia (no sé si muy sana), enhorabuena mákina!!

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  16. Felicidades Jaime. Estaba leyendo tu excelente y divertida cronica, con lo de los japoneses de humor amarillo y lo del tio que meaba cada poco... y el caso es que viendo tus fotos... digo este tio de que me suena... y tate, he caido... estabas en calzoncillos con tu amigo al amanecer en La Balme calentandote en la hoguera... jajaja ...lastima que no te hice una foto.
    Grande, Jaime, enhorabuena por lo que has conseguido y como lo has hecho. Me sacaste dos horas.

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  17. Joder Jaime como me he reido, eres un crack

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