La Cova Fosca, en Ondara, es, sin duda, una formidable experiencia desde la perspectiva que se mire. Se trata de una cavidad 'sencilla', de una aproximación a la espeleología 'al alcance' de todos.
Su acceso no es del todo sencillo. No es una aproximación muy concurrida, con lo cual conviene ir acompañado.
En su origen, lo más probable es que su acceso y 'utilización' se ubicase en el orificio que encontramos al llegar a este lugar (foto al final).
Se encuentra en la Sierra Segària, en Ondara, y en ella se han encontrado restos del periodo Neolítico. Se empleó como hogar y como cueva funeraria.

Se accede por una gatera que a los pocos metros se abre y ya permite disfrutar de estalactitas y estalagmitas extraordinarias.
Las formaciones que encontramos nos aportan una visión particular del tiempo y el espacio. Miles, millones de años a nuestra disposición. Es realmente fascinante.
Tras un destrepe acedemos al primer rápel. Seguimos adentrándonos en las profundidades de la tierra.
Hay un total de cuatro rápeles de entre 6 y 20 metros. Alguno de ellos bastante estrecho en los que la sensación de confinamiento se experimenta bastante de cerca.
Otros más abiertos y cómodos que se ejecutan más cómodamente.
Finalmente accedemos a una sala horizontal...
Sala que nos da acceso a la salida de la cavidad
Al fondo la luz
Un mirador excepcional a la Marina Alta
Allí divisamos el Montgó, una de las joyas de esta comarca del norte de Alicante.
Salimos por la boca que visitamos camino del agujero de entrada.
Regresamos por el camino que seguimos al inicio. Un rato realmente maravilloso.
Cuidado no te haya gustado, la espéleo engancha.
Te acompaño en tus aventuras.














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