Test de zapatillas SPRING BOOST

Jaime, tocayo, no soy yo mismo, me habla de un calzado que no está muy introducido en España. De hecho yo no lo conocía y suelo quedarme con los detalles de cualquier producto que tenga que ver con la montaña.
Me habla de este material, unas zapatillas de montaña Spring Boost B-WALK NORDIC, son de nordic walking, pero como no me paguen el viaje allá, sólo puedo dar mi opinión sobre el iberic walking, que me imagino que no le tendrá nada que envidiar al nordic.
En fin, me dice que me regala unas para que las pruebe y que luego le cuente. Nos remontamos a enero de este año…
Me las trae. Que conste que no soy sexador de pollos ni catador d’alpargates. Jaime sabe que pateo todo lo que puedo y cree que voy a poder darle una opinión sobre estas zapas. Me remito a mi experiencia a lomos de las mismas.

Y he aquí mis sensaciones.
A primera vista son robustas, confeccionadas con buen material. Suela Vibram, pocas palabras. Acostumbrado a las zapatillas de montaña y otro calzado de montaña no tan sólido decido domarlas en distancias cortas: Salgo a dar una vuelta por la calle. Subo a la Serra Grossa y pateo por Orgegia. De momento actividad de no más de dos horas, sin carga en la espalda, por terreno no muy exigente. Más adelante me voy a la Sierra del Cid. Subo la pendiente, la carga, el tiempo y el nivel del terreno. También las maltrato en la desnuda y cortante caliza de la Foradà, en Vall de Gallinera.
También nos hemos ido juntos dos días a homologar senderos a Castellón: Muchos kilómetros, calor, terrenos muy variopintos…
Bueno. Les he metido hasta ocho horas de traca seguidas y por el terreno propio del Mediterráneo: Pistas, sendas de tierra, recorridos por alguna cresta, descensos con diferentes tipos de firme.
Mis pies perfectos (la verdad es que no suelo padecer de nada, es difícil que me salgan llagas, rozaduras, etc), cómodos en todo momento, estables sobre las zapas… Quizás tengamos que remitirnos a la DORSIFLEXION TECNOLOGY de esta marca para hablar bien de ella.
Este calzado ha costado de domar, repito, a primera vista me parecieron muy robustas, buen material de construcción y excelente suela. Buenos refuerzos, remates, puntera y talón. Y a lo hecho hasta ahora lo califico de sobresaliente. Una objeción: no son las más bonitas del mundo, aunque ahora, después de conocerlas, os aseguro que su belleza está en otra parte.
EN LOS PIRIS
Bien, palabras mayores: distancias, horas, clima, tipos de terrenos. Vamos a ponerlas a prueba de una sola vez en un inmenso abanico de situaciones. La ruta elegida es la siguiente: Besurta – Aigualluts – Renclusa – Portillón Superior – Collado de Coronas – Aneto – Collado de Coronas – Ibón Medio de Coronas – Collado de Cregüeña – Ibón de Cregüeña – Puente de Cregüeña – Plan de Senarta. En este enlace de mi blog está la ruta detallada.
Distancia: 26,73 kilómetros
Desnivel: de 1.431 a 3.404 metros.
Horario: 13 horas, con sus paraditas y demás.
Tipos de terreno: Este es el apartado que más nos interesa y que detallo a continuación.
-De la Besurta a Aigualluts es una senda cómoda de caminar, de tierra compacta, con tramos en los que piso granito.
-De Aigualluts a la Renclusa igualmente se trata de una senda cómoda. La mitad de este tramo –aproximadamente- asciende y el resto es una bajada empinada hasta el refugio. Aquí destaco el agarre del calzado, así como su estabilidad.
-De la Renclusa al Portillón Superior el abanico de terrenos empieza a notarse, aunque aún no me meto en nieve muy a fondo. Empieza el ascenso hasta el Ibón de La Renclusa por una senda combinada con granito y algún tramo herboso. Hay una pronunciada pendiente herbosa en la que las zapas funcionan de maravilla. La pendiente de hierba empalma con tramos de roca de poco tamaño, piedrecilla suelta en ocasiones y pequeños caos de bloques. Antes del Portillón piso placas de granito. Hay que ir haciéndose una idea de la variedad de suelo tratado hasta ahora en pendiente positiva. Mis talones y tendón de Aquiles van de no notan presión alguna. El calzado se está portando excelentemente, pero no es nada en comparación con lo que le queda.
-Del Portillón al Collado de Coronas: Hay un sencillo destrepe del Portillón a la senda que conduce a la cima. Una vez abajo ya chafo nieve, que a veces está compacta y otras papa. Cuando está compacta los tacos de la zapa se agarran muy bien. Si está muy compacta, tirando a helada, pues patinan, como es natural si no se va con crampones. Cuando la nieve está papa pues se me mete entre la zapa y el calcetín y entre el calcetín y el pie. Antes de llegar a la cima se ha repetido esta situación pero no me siento mojado, será porque estoy caliente. De todas formas me da la sensación de que la humedad se evacua bien y me deja ir cómodo.
-En el Collado de Coronas me pongo los crampones. Ya los había probado abajo, antes de empezar, a ver cómo se sujetaban, y bien. Pero ahora es el momento. Gracias a la robustez y tamaño de las zapas los crampones se sujetan a estas como garrapatas. No se me mueve nada en la pala de ascenso a la cima, que tiene sus graditos de inclinación. Me los quito para hacer el Paso de Mahoma y descubro que también me responden perfectamente al contacto con el granito. Regresamos el Collado de Coronas
-Descenso al Ibón Medio de Coronas: Otra prueba de nieve: Bueno, primer destrepito por roca suelta, fina grabilla temblorosa y a veces delicada tierra inestable. Muy bien. Accedo al nevero, veo la inclinación y el fin del tramo y no puedo evitar echar a correr –defecto de corredor por montaña- y a saco con la pendiente. Evidentemente aquí los pies acaban mojados a tope… Y así hasta el ibón. Voy confortable, estable, el calor de mis pies evapora la humedad, también colabora la roca caliente bajo mis suelas. El caso es que en el siguiente tramo…
-Hasta el Collado de Cregüeña, camino sobre caos de bloques importantes y no me percato de la humedad. Insisto, el material se seca rápido y yo con él. Llego al collado.
-Del collado al Ibón de Cregüeña: El descenso es técnico por doble partida. En primer lugar hay dos o tres palas de nieve de considerable inclinación. Picando con la suela se hace peldaño y con el piolet a punto evito resbalones. Entre pala y pala y al final de estas bloques de granito de diferentes tamaños y finalmente placas por las que corre agua de deshielo. El calzado se comporta como un campeón hasta que llego a la orilla del ibón. Hasta el inicio del descenso al puente empiezo con unos caos de bloques enormes, salto de pedrusco en pedrusco. Después meto los pies en algún arroyo y vuelvo a mojarlos, y finalmente la senda se empina de forma importante y se camina entre raíces de pinos descubiertas, piedra suelta, tierra… Hasta el Puente de Cregüeña. Resta una relajada pista hasta el Plan de Senarta.
DESTACO:
-Estabilidad
-Muy buena adaptación al pie
-Robustez más que considerable, aunque ahora que están más que domadas son más flexibles sin haber abandonado la anterior cualidad
-Construcción sólida
-Excelente evacuación de la humedad.
-Agarre a todos los terrenos pisados... Parece que están recomendadas para el nordic walking y por lo que sé de esta modalidad, parece que es más pistero que montañero. Pues yo para pista me pondría otro tipo de calzado, estas las considero unas consolidadas todoterreno.
OBSERVACIONES:
-Parece que están recomendadas para el nordic walking y por lo que sé de esta modalidad, parece que es más pistero que montañero. Pues yo para pista me pondría otro tipo de calzado, estas las considero unas consolidadas todoterreno.
-No estamos ante un alarde de belleza, aunque, insisto, después de probarlas me importa un pepino. De todas formas en la web hay otros modelos que son chulos de verdad.
-No sé el precio exacto de estas zapas, pero creo que este tipo de modelos ronda los 100€. En concreto la B-WALK NORDIC está en su web por 109€.
EN DEFINITIVA:
-Las recomiendo como calzado de montaña para todo tipo de terrenos. No me ha decepcionado, todo lo contrario.

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