No es una expedición normal. Salimos Alfonso y yo camino de los Pirineos con un objetivo muy pero que muy claro: Vamos a reconocer el terreno que más tarde Alfonso volverá a pisar con el equipo militar que irá a la Antártida en el próximo mes de octubre para apoyar a los científicos en sus faenas. Los detalles de tan maravilloso acontecimiento, ya si acaso con el beneplácito de MDGE.
Bueno, un pequeño índice de las 3 actividades principales:
1º: Ascensión al Aneto
2º: Barranco de Barbaruens. ¡YA TENEMOS EL VIDIET!.
3º: Barranco de La Peonera, en Guara. Vidiet en breve.
1º: ASCENSIÓN AL ANETO:
* Lunes 12 de julio del año del tigre según la organización temporal de unos dos mil millones de chinos (Xacobeo para unos cuantos menos seres humanos): Alfonso pasa a por mí a las 15:30 horas. Cargamos trastos para hacer alta montaña y barrancos y salimos hacia Benasque. Muchas horas de viaje, mucha conversación… la radio de fondo con el mono tema de los campeones del mundo de fútbol (unos pesaos de 3 pares de cojones). Llegamos tarde y nos quedamos en el Pájaro Loco, un clásico de la zona ubicado en Castejón de Sos. Un pedazo de tostada con ajo, tomate y jamón serrano y mucha cerveza. Es nuestro consuelo después del largo viaje, es tarde y no hay animación alguna.
* Martes 13 del mismo mes y año chino y cristiano y del 1394 musulmán, si las cuentas no me fallan. Visita obligada a Barrabés para ver lo último en moda montañera, ponerse los dientes largos y picar algo, como siempre. Me he feriado un piolet muy ligero que ha ido más que bien. Llegamos con el coche hasta el camping municipal que hay a la entrada del Valle de Ballibierna. Organizamos la mochila con la intención de regresar al día siguiente con el objetivo cumplido: Besurta – Aigualluts – Renclusa con pernocta – Aneto – Coronas- Ibon de Creueña y coche. Salimos a la carretera y en la misma parada del bus hacemos dedo… En menos de 5 minutos un tipo en un 4x4 para y nos lleva hasta el Hospital de Benasque. Fabuloso ¿no?. Allí ya sí que cogemos el bus hasta la Besurta, donde nos plantamos a las 14:20 horas. Cae una calda fina, pero se puede llevar. Empezamos a caminar. En 10 minutos pasamos por el cruce que lleva a la derecha a la Renclusa pero seguimos hacia la izquierda en dirección a Aigualluts donde llegamos a las 15 horas.
He hecho unas cuantas veces este recorrido y me siguen fascinando esos pinos viejos, resistentes, sabios y fuertes que se levantan a lo largo del recorrido. Y, como de costumbre, al acabar el repecho que nos muestra el Forau de Aigualluts, silban las marmotas, son como antipiropos. Deben de estar hartas de que se les meta la gente en su casa. En Plan de Aigualluts nos quitamos las botas para cruzar el río. El agua molesta de lo fría que está. Al otro lado nos dedicamos unos minutos para comer algo y disfrutar con el sufrimiento de otros que, como nosotros, tienen impepinablemente que cruzar para ir o venir. Uno de ellos cruza con las botas puestas para ir más rápido, va de bajada a la Besurta… Con estos menesteres nos plantamos en las 4 de la tarde. Desde el Plan hay una senda que pica hacia arriba en dirección al Collado de La Renclusa que baja al refu. Una buena referencia es el esqueleto de uno de esos magníficos pinos que vigilan el entorno. Antes, a las 16:30, dejamos una sendita que a la izquierda va en dirección al Aneto, según los mapas. A las 16:40 llegamos al collado de La Renclusa (esqueleto). Allá abajo aparece la Renclusa, donde llegamos a las 17 horas. Una bajada empinadita entre pinos, senda descarnada a veces, raíces desnudas… Y el resto de la tarde de charreta, cervecitas de nuevo… Y grata sorpresa. Me encuentro a Xavi, un compañero del curso de TDM que vi por última vez hace 7 años ¡qué alegría!.
Pues que está instalado en la zona, con una chati del mismo palo y embarazados. Realmente un pedazo de alegría. Nos recomienda una variante para ir al Aneto y le hacemos caso al día siguiente.
En el refu intimamos con las burras (Alfonso y Xavi, no penseis mal, suelo autorretratarme con todo lo que amo, estimo, aprecio... y no me digáis que no era para amar esta burrica)
...visitamos la ermitilla de la Virgen de las Nieves y conocemos gente. Entre otros a Alberto, un madrileño que también –cómo no- subirá al Aneto. Cena abundante y variada (sopa de fideos gigantes, ensalada, salchichas con patatas, cerveza y chupito de pacharán) palique con el personal y cama, que mañana toca madrugar y rendir a tope.
* Miércoles 14 de julio, fiesta nacional para los franceses (lo de la Bastilla de 1789), muchos de los cuales lo celebran subiendo al Aneto, como hemos podido comprobar hoy. Suena el despertador a las 5 de la mañana. Desayuno breve, yo con un café con leche me apaño, llevo carga de ayer más que de sobra. Nos reorganizamos y salimos a las 6:10 de la Renclusa. Seguimos los consejos de Xavi. En vez de ir por la izquierda del arroyo, por donde va todo el mundo, descendemos hacia la ermitilla, lo cruzamos y empezamos a ascender por una senda entre pinos. Una senda más cómoda que nos lleva al Ibón de La Renclusa donde llegamos en unos 15 minutos. Sin llegar a este giramos en la misma senda a la izquierda –el ibón se queda a la derecha, y lo veremos mejor un poco más arriba- y seguimos ascendiendo. La referencia de Xavi, que seguimos sin problemas, era lo hecho hasta ahora, seguir por una pendiente herbosa rodeada de rocas hasta un par de rocas puntiagudas que ya se apreciaban desde el refu. Parecen un par de tetas atacadas por el frío, puntiagudicas al cielo, tiesas, hermosas… Las alcanzamos a las 7 de la mañana. ¡Qué hora tan buena para alcanzar un par de pechos de semejantes características!.
Pero la misión nos guía. A partir de las tetas empieza lo que para quienes siguen el camino tradicional empieza casi en la puerta de la Renclusa: Un caos de bloques que no se extinguirá hasta que la nieve lo diga, y que no tardará en decir. Arriba de los pechos graníticos viramos a la izquierda y cruzamos una vaguada, nos encalomamos en un espolón y lo seguimos pendiente arriba. Cuando lo hemos acabado nos encontramos con Alberto y dos madrileños más. En este punto tendríamos que haber seguido hacia la izquierda en dirección al pluviómetro y al Portillón Superior, pero los cinco seguimos una huella ya en la nieve que nos sube hasta lo que pensamos es el Portillón Superior. Efectivamente, es, a todas luces, un portillón, pero cuando lo alcanzamos vemos que es una trampa mortal. Uno de los madrileños lo destrepa un poco para ver las posibilidades de sobrepasarlo. Al otro lado vemos la huella que lleva al Aneto y quizás podríamos alcanzarela por aquí. Pero achavo braun. De destrepar habría que hacerlo de uno en uno, ojito con los posibles desprendimientos… Más tarde, camino del Aneto, vemos este postillón superior ‘falso’ y flipamos con lo que podría haber pasado. Es más, mientras miramos vemos un par de cuerpecitos aparecer por él. Parece que han seguido nuestra huella y van a correr la misma suerte que nosotros.
Lo dicho, decidimos recular. El mapa de papel y el del gps dejan bien claro que el Portillón Superior se nos ha quedado a un nivel inferior. Está cerca, hay que bajar una pala de nieve, lo hacemos, llegamos al pluviómetro y al real Portillón Superior. Son las 9 de la mañana. El pequeño error nos ha entretenido una media hora. El paisaje cambia bastante en la dirección que llevamos. Es el glaciar del Aneto. La huella está muy marcada y la nieve se deja caminar bien. A las 10:10 llegamos al Collado de Coronas y nos ponemos los campones. Piolet en mano afrontamos la rampa final hacia la cima del Aneto. A las 11 estamos en el inicio del Paso de Mahoma. Nos quitamos los crampones, respetamos turnos y lo cruzamos…
No hemos podido contemplar demasiado porque el viento es considerable e incómodo. Las nubes han empezado a entrar desde las 9 de la mañana y nos han puesto más alerta de lo que pintaba un día soleado y tranquilo en el momento de salir. Nos da un puntito de prisa el estado del cielo y llegamos a Coronas a las 12. Destrepamos por un estrecho paso de rocas sueltas con mucho cuidadito de no poner en la cabeza de una pareja de guiris ninguna de ellas. Llego al glaciar y me da la fiebre cxm… corro y planeo sobre la nieve y me desciendo una pila de metros en tres minutos (recuerdo esta bajada en el Aneto X-trem de 1999, ver bajar a Kiko Soler por aquí fue toda una experiencia). Espero a Alfonso y seguimos tranquilamente hasta el Ibón del Medio de Coronas (13 horas). Hay un montón de nieve por todas partes, hacía bastante que no la sentía así… Y aún nos quedan unos pasitos delicados. A partir de ahora la ruta está guiada por hitos. Entre estos, un detenido vistazo al mapa y la intuición pertinente, el recorrido está claro.
Bordeamos el Ibón más grande, nos lo vamos dejando a la derecha. Flotan en él grandes placas de hielo, el vientecillo mueve algunas y las amontona en las orillas. Es precioso. A ratos las nubes se dispersan y el sol llega a todas partes. Los colores del granito, las chorreras de agua que se pierden entre los neveros, el azul de la laguna y los verdes y amarillos de la vegetación me entran por todos los sentidos. Realmente soy feliz aquí y así… Nos hemos parado a beber en el aliviadero de ibón, agua cristalina y helada que me cruje el gaznate. Nos cruzamos con dos tipos que nos dan breves explicaciones sobre el acceso al Collado de Cregüeña, pocas, la verdad, eso está ahí y no hay más que superar un tramo corto de caos de bloques y una pala de nieve dura que acabamos abandonando por la izquierda en busca de más rocas. El encuentro ha servido para confirmar que esta ruta es muy poco transitada y que eso la convierte en algo muy especial.
Llegamos al Collado de Cregüeña a las 13:50. Llevamos casi ocho horas de marcheta. He comido dos o tres almendras que me ha ofrecido alguien hace rato y varios tragos de agua. Decidimos parar a comer más rotundamente en el aliviadero del Ibón de Cregüeña, que tenemos a nuestros pies. El descenso pinta empinado y así es. Empezamos bajando por una senda de piedra suelta y hacia la derecha. En picado hacia abajo hay unos magníficos resaltes, perfectos para partirse la vida en un traspiés, al menos así es lo que nos parece desde la otra punta del ibón. Después de la sendita de piedras hay que atravesar varias palas de nieve bastante empinadas que hacia abajo conducen igualmente a los nefastos resaltes. Una vez superadas estas, descendemos al ibón combinando unas chorreras de agua con sendas de piedra suelta y placas de granito preciosas.
A las 15 horas llegamos al Ibón de Cregüeña. Seguimos por la orilla dejando el agua a la izquierda, detrás de los hitos, principalmente equilibrándonos sobre las piedras… Más o menos buscándonos la vida entre el caos de bloques como hace aquí Alfonso.A mitad ibón y junto al agua encontraremos un vivac –marcado en los mapas de Alpina- que no tiene desperdicio. Es una lástima no tener previsto pernoctar aquí.
Llegamos al aliviadero del ibón a las 16:15, pegamos un bocadito, nos relajamos un poco bajo el tostador sol y arrancamos de nuevo a eso de las 17 horas.
Nos queda un descenso de unos 1.500 metros de desnivel.
Vamos a acompañar el agua que sale del ibón hasta el final… irá entre rocas, remansada a veces, creando preciosas cascadas, en forma de clásico río. En principio se trata de caos de bloques, poco a poco aparece entre estos la típica senda pirenaica, aproximadamente a la altura de un pequeño ibón (Ibonet de Cregüeña)que dejamos a la derecha y que coincide con la aparición de la vegetación más desarrollada… La senda se descarna en algunos tramos, está compacta en otros… Se afianza, cobra entidad, transita entre la espesa vegetación y llega a la pista-Puente de Cregüeña-GR11 (son las 19 horas) que a la derecha va al Hospital y a la izquierda, en 20 minutos, al camping municipal en el Plan de Senarta.
Una cerveza, al menos, se hace más necesaria que nunca. Piloto y copiloto nos dirigimos a Benasque sin quitarnos ni la mochila… pero decidimos seguir hasta Castejón de Sos para concluir allí esta embriagadora jornada de montaña y repasar los planes de los días que quedan.
En el Pájaro Loco tienen sitio para nosotros. Esta vez está más animado, mucha gente cenando, las velitas, chatis parribaypabajo... Además, qué casualidad de la vida, vamos a compartir habitación, y cena previamente, con Alberto, a quien conocimos ayer en la Renclusa. Ducha y ropa limpia nos hacen ver el mundo de otro color… al menos con otro olor más soportable para nuestros más cercanos congéneres. Cervezas, ensalada y un cacho carne sobre el que se podría surfear en las Bahamas. Otro pacharán para rematar y acompañar la conversación y más templao que yo qué se a la piltra… Mañana agüita para el cuerpo.
HORARIO:
• Besurta – Aigualluts: 40 min
• Aigualluts – Collado de La Renclusa: 40 min
• Collado – Renclusa: 20 min
• Renclusa – Ibón de La Renclusa: 15 min
• Ibón de La Renclusa- Rocas 2 tetas: 35 min
• Rocas 2 tetas – Portillón Superior: 1h30 m
• Portillón Superior – Collado de Coronas: 1h 10 m
• Collado de Coronas – Paso de Mahoma – Aneto: 50 m
• Aneto – Collado de Coronas: 25 min
• Collado de Coronas – Ibón de Coronas: 1h
• Ibón del Medio de Coronas – Collado de Creueña: 50 min
• Collado de Creueña – Ibón de Creueña: 1h 10m
• Ibón – aliviadero Ibón de Creueña: 1h 15m
• Aliviadero Ibón – Pista-Puente de Cregüeña-GR11: 2h
• Pista-Puente de Cregüeña-GR11 – Plan de Senarta-Camping Municipal: 20 min
MAPA Y PERFIL:
2º: BARRANCO DE BARBARUENS: EL VIDIET.
*Jueves 15 de julio: tal día como hoy, pero en 1606, nació el pintor holandés Rembrandt. La misión exigía un par de barrancos sencillos, sin excesivo compromiso, más que para barranquear para cohesionar a un grupo que va a pasar una larga temporada en un paraje hostil. Pues un barranco ¿por qué no?... Barbaruens es su nombre. Doy las gracias a
Jorge por recomendarme esta posibilidad. Nada mejor que este vidiet puede arrojar luz sobre nuestra acuática aventura.
Excelentemente explicado y reseñado en esta página de barranquismo.net http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/aigueta_de_barbaruens.htm
Divertido, con manejo de cuerdas, saltos, estampas espectaculares.
La penúltima jugada del día dedicado a Rembrandt fue bañada con cerveza y acompañada de un hermoso bocata de lomo con tomate y queso en Campo.
Después un par de horas hasta Bierge, en Guara, para seguir con más cerveza, una suculenta cena y pernocta en la Hostería de Guara.
3º: BARRANCO DE LA PEONERA:
* Viernes 16 de julio, pues en el 69 sale hacia la luna el cohete con Aldrin, Armstrong y Collins… ¿lo sabías?. Después de informarnos ayer sobre el barranco de la Peonera (fácil, fácil), el simpático padre de Eva, la joven directora de la Hostería, nos acerca al aparcamiento desde donde comienza el barranco. Arreamos, nos equivocamos en un cruce y empezamos la parte acuática en el último tramo (Estrecho del Puntillo, creo). Hay un hermoso grupo de bloques en medio del cauce… rápidos, sumiderillos, corrientes… Pinta atractivo y nos echamos allí mismo. Dos horas más tarde y después de lo que definitivamente ha sido senderismo pasado por agua, llegamos a la presa donde acaba el barranco. La saltamos ante los ojos de domingueros de montaña y acabamos algo cabreados por no haber empezado donde tocaba. El caso es que este barranco no exige cuerdas, lo que no quiere decir que no tenga su puntito de técnica. Hablan del sifón de Anais (pon esta entrada en Google y te salen hasta vidiets de la movida), un punto conocido tradicionalmente como ‘la lavadora’ pero rebautizado después de que el alma de Anais se quedara en un sifón para siempre. Este otro vidiet deja constancia del único tramo divertido del barranco de la Peonera que hicimos. Perfecto para ir con chiquillos, al menos este último tramo.
El último salto se da en la presa que hay detrás de la rubia, y de nosotros. Este lugar es muy frecuentado por turistas, se llega bien en vehículo -a 2k de Bierge- hay para aparcar, bareto, zona de baño accesible con agua fresquita y clara...
Reseña de este barranco: www.pirineos.com/article/articleview/23/1/20/
Material básico para montaña (por antropovision)
Consejos sobre pantalones de senderismo:
Pantalones senderismo from antropovision on Vimeo.
Bueno, un pequeño índice de las 3 actividades principales:
1º: Ascensión al Aneto
2º: Barranco de Barbaruens. ¡YA TENEMOS EL VIDIET!.
3º: Barranco de La Peonera, en Guara. Vidiet en breve.
1º: ASCENSIÓN AL ANETO:
* Lunes 12 de julio del año del tigre según la organización temporal de unos dos mil millones de chinos (Xacobeo para unos cuantos menos seres humanos): Alfonso pasa a por mí a las 15:30 horas. Cargamos trastos para hacer alta montaña y barrancos y salimos hacia Benasque. Muchas horas de viaje, mucha conversación… la radio de fondo con el mono tema de los campeones del mundo de fútbol (unos pesaos de 3 pares de cojones). Llegamos tarde y nos quedamos en el Pájaro Loco, un clásico de la zona ubicado en Castejón de Sos. Un pedazo de tostada con ajo, tomate y jamón serrano y mucha cerveza. Es nuestro consuelo después del largo viaje, es tarde y no hay animación alguna.
Alfonso y yo bajo el tostador sol de los Piris camino de Aigualluts. Nos espera una preciosa aventura.
* Martes 13 del mismo mes y año chino y cristiano y del 1394 musulmán, si las cuentas no me fallan. Visita obligada a Barrabés para ver lo último en moda montañera, ponerse los dientes largos y picar algo, como siempre. Me he feriado un piolet muy ligero que ha ido más que bien. Llegamos con el coche hasta el camping municipal que hay a la entrada del Valle de Ballibierna. Organizamos la mochila con la intención de regresar al día siguiente con el objetivo cumplido: Besurta – Aigualluts – Renclusa con pernocta – Aneto – Coronas- Ibon de Creueña y coche. Salimos a la carretera y en la misma parada del bus hacemos dedo… En menos de 5 minutos un tipo en un 4x4 para y nos lleva hasta el Hospital de Benasque. Fabuloso ¿no?. Allí ya sí que cogemos el bus hasta la Besurta, donde nos plantamos a las 14:20 horas. Cae una calda fina, pero se puede llevar. Empezamos a caminar. En 10 minutos pasamos por el cruce que lleva a la derecha a la Renclusa pero seguimos hacia la izquierda en dirección a Aigualluts donde llegamos a las 15 horas.
He hecho unas cuantas veces este recorrido y me siguen fascinando esos pinos viejos, resistentes, sabios y fuertes que se levantan a lo largo del recorrido. Y, como de costumbre, al acabar el repecho que nos muestra el Forau de Aigualluts, silban las marmotas, son como antipiropos. Deben de estar hartas de que se les meta la gente en su casa. En Plan de Aigualluts nos quitamos las botas para cruzar el río. El agua molesta de lo fría que está. Al otro lado nos dedicamos unos minutos para comer algo y disfrutar con el sufrimiento de otros que, como nosotros, tienen impepinablemente que cruzar para ir o venir. Uno de ellos cruza con las botas puestas para ir más rápido, va de bajada a la Besurta… Con estos menesteres nos plantamos en las 4 de la tarde. Desde el Plan hay una senda que pica hacia arriba en dirección al Collado de La Renclusa que baja al refu. Una buena referencia es el esqueleto de uno de esos magníficos pinos que vigilan el entorno. Antes, a las 16:30, dejamos una sendita que a la izquierda va en dirección al Aneto, según los mapas. A las 16:40 llegamos al collado de La Renclusa (esqueleto). Allá abajo aparece la Renclusa, donde llegamos a las 17 horas. Una bajada empinadita entre pinos, senda descarnada a veces, raíces desnudas… Y el resto de la tarde de charreta, cervecitas de nuevo… Y grata sorpresa. Me encuentro a Xavi, un compañero del curso de TDM que vi por última vez hace 7 años ¡qué alegría!.
Reencuentro con Xavi muchos años después. Una gran alegría.
Pues que está instalado en la zona, con una chati del mismo palo y embarazados. Realmente un pedazo de alegría. Nos recomienda una variante para ir al Aneto y le hacemos caso al día siguiente.
En el refu intimamos con las burras (Alfonso y Xavi, no penseis mal, suelo autorretratarme con todo lo que amo, estimo, aprecio... y no me digáis que no era para amar esta burrica)
...visitamos la ermitilla de la Virgen de las Nieves y conocemos gente. Entre otros a Alberto, un madrileño que también –cómo no- subirá al Aneto. Cena abundante y variada (sopa de fideos gigantes, ensalada, salchichas con patatas, cerveza y chupito de pacharán) palique con el personal y cama, que mañana toca madrugar y rendir a tope.
* Miércoles 14 de julio, fiesta nacional para los franceses (lo de la Bastilla de 1789), muchos de los cuales lo celebran subiendo al Aneto, como hemos podido comprobar hoy. Suena el despertador a las 5 de la mañana. Desayuno breve, yo con un café con leche me apaño, llevo carga de ayer más que de sobra. Nos reorganizamos y salimos a las 6:10 de la Renclusa. Seguimos los consejos de Xavi. En vez de ir por la izquierda del arroyo, por donde va todo el mundo, descendemos hacia la ermitilla, lo cruzamos y empezamos a ascender por una senda entre pinos. Una senda más cómoda que nos lleva al Ibón de La Renclusa donde llegamos en unos 15 minutos. Sin llegar a este giramos en la misma senda a la izquierda –el ibón se queda a la derecha, y lo veremos mejor un poco más arriba- y seguimos ascendiendo. La referencia de Xavi, que seguimos sin problemas, era lo hecho hasta ahora, seguir por una pendiente herbosa rodeada de rocas hasta un par de rocas puntiagudas que ya se apreciaban desde el refu. Parecen un par de tetas atacadas por el frío, puntiagudicas al cielo, tiesas, hermosas… Las alcanzamos a las 7 de la mañana. ¡Qué hora tan buena para alcanzar un par de pechos de semejantes características!.
Alfonso abraza a Alberto -a quien cococimos ayer en La Renclusa- en un descanso antes de llegar al falso Portillón.
Pero la misión nos guía. A partir de las tetas empieza lo que para quienes siguen el camino tradicional empieza casi en la puerta de la Renclusa: Un caos de bloques que no se extinguirá hasta que la nieve lo diga, y que no tardará en decir. Arriba de los pechos graníticos viramos a la izquierda y cruzamos una vaguada, nos encalomamos en un espolón y lo seguimos pendiente arriba. Cuando lo hemos acabado nos encontramos con Alberto y dos madrileños más. En este punto tendríamos que haber seguido hacia la izquierda en dirección al pluviómetro y al Portillón Superior, pero los cinco seguimos una huella ya en la nieve que nos sube hasta lo que pensamos es el Portillón Superior. Efectivamente, es, a todas luces, un portillón, pero cuando lo alcanzamos vemos que es una trampa mortal. Uno de los madrileños lo destrepa un poco para ver las posibilidades de sobrepasarlo. Al otro lado vemos la huella que lleva al Aneto y quizás podríamos alcanzarela por aquí. Pero achavo braun. De destrepar habría que hacerlo de uno en uno, ojito con los posibles desprendimientos… Más tarde, camino del Aneto, vemos este postillón superior ‘falso’ y flipamos con lo que podría haber pasado. Es más, mientras miramos vemos un par de cuerpecitos aparecer por él. Parece que han seguido nuestra huella y van a correr la misma suerte que nosotros.
Lo dicho, decidimos recular. El mapa de papel y el del gps dejan bien claro que el Portillón Superior se nos ha quedado a un nivel inferior. Está cerca, hay que bajar una pala de nieve, lo hacemos, llegamos al pluviómetro y al real Portillón Superior. Son las 9 de la mañana. El pequeño error nos ha entretenido una media hora. El paisaje cambia bastante en la dirección que llevamos. Es el glaciar del Aneto. La huella está muy marcada y la nieve se deja caminar bien. A las 10:10 llegamos al Collado de Coronas y nos ponemos los campones. Piolet en mano afrontamos la rampa final hacia la cima del Aneto. A las 11 estamos en el inicio del Paso de Mahoma. Nos quitamos los crampones, respetamos turnos y lo cruzamos…
Una secuencia del Paso de mahoma con la cima del Aneto al fondo. Se aprecia la cruz en algún fotograma.
Entre esto, las fotos de rigor, las contemplaciones y demás, salimos a las 11:35 de la cima.
La cruz de la cima del Aneto a 3.404 metros.
No hemos podido contemplar demasiado porque el viento es considerable e incómodo. Las nubes han empezado a entrar desde las 9 de la mañana y nos han puesto más alerta de lo que pintaba un día soleado y tranquilo en el momento de salir. Nos da un puntito de prisa el estado del cielo y llegamos a Coronas a las 12. Destrepamos por un estrecho paso de rocas sueltas con mucho cuidadito de no poner en la cabeza de una pareja de guiris ninguna de ellas. Llego al glaciar y me da la fiebre cxm… corro y planeo sobre la nieve y me desciendo una pila de metros en tres minutos (recuerdo esta bajada en el Aneto X-trem de 1999, ver bajar a Kiko Soler por aquí fue toda una experiencia). Espero a Alfonso y seguimos tranquilamente hasta el Ibón del Medio de Coronas (13 horas). Hay un montón de nieve por todas partes, hacía bastante que no la sentía así… Y aún nos quedan unos pasitos delicados. A partir de ahora la ruta está guiada por hitos. Entre estos, un detenido vistazo al mapa y la intuición pertinente, el recorrido está claro.
Bordeamos el Ibón más grande, nos lo vamos dejando a la derecha. Flotan en él grandes placas de hielo, el vientecillo mueve algunas y las amontona en las orillas. Es precioso. A ratos las nubes se dispersan y el sol llega a todas partes. Los colores del granito, las chorreras de agua que se pierden entre los neveros, el azul de la laguna y los verdes y amarillos de la vegetación me entran por todos los sentidos. Realmente soy feliz aquí y así… Nos hemos parado a beber en el aliviadero de ibón, agua cristalina y helada que me cruje el gaznate. Nos cruzamos con dos tipos que nos dan breves explicaciones sobre el acceso al Collado de Cregüeña, pocas, la verdad, eso está ahí y no hay más que superar un tramo corto de caos de bloques y una pala de nieve dura que acabamos abandonando por la izquierda en busca de más rocas. El encuentro ha servido para confirmar que esta ruta es muy poco transitada y que eso la convierte en algo muy especial.
Llegamos al Collado de Cregüeña a las 13:50. Llevamos casi ocho horas de marcheta. He comido dos o tres almendras que me ha ofrecido alguien hace rato y varios tragos de agua. Decidimos parar a comer más rotundamente en el aliviadero del Ibón de Cregüeña, que tenemos a nuestros pies. El descenso pinta empinado y así es. Empezamos bajando por una senda de piedra suelta y hacia la derecha. En picado hacia abajo hay unos magníficos resaltes, perfectos para partirse la vida en un traspiés, al menos así es lo que nos parece desde la otra punta del ibón. Después de la sendita de piedras hay que atravesar varias palas de nieve bastante empinadas que hacia abajo conducen igualmente a los nefastos resaltes. Una vez superadas estas, descendemos al ibón combinando unas chorreras de agua con sendas de piedra suelta y placas de granito preciosas.
A las 15 horas llegamos al Ibón de Cregüeña. Seguimos por la orilla dejando el agua a la izquierda, detrás de los hitos, principalmente equilibrándonos sobre las piedras… Más o menos buscándonos la vida entre el caos de bloques como hace aquí Alfonso.A mitad ibón y junto al agua encontraremos un vivac –marcado en los mapas de Alpina- que no tiene desperdicio. Es una lástima no tener previsto pernoctar aquí.
Este vivac es como un apartamento en primera línea de playa.
Llegamos al aliviadero del ibón a las 16:15, pegamos un bocadito, nos relajamos un poco bajo el tostador sol y arrancamos de nuevo a eso de las 17 horas.
Nos queda un descenso de unos 1.500 metros de desnivel.
Vamos a acompañar el agua que sale del ibón hasta el final… irá entre rocas, remansada a veces, creando preciosas cascadas, en forma de clásico río. En principio se trata de caos de bloques, poco a poco aparece entre estos la típica senda pirenaica, aproximadamente a la altura de un pequeño ibón (Ibonet de Cregüeña)que dejamos a la derecha y que coincide con la aparición de la vegetación más desarrollada… La senda se descarna en algunos tramos, está compacta en otros… Se afianza, cobra entidad, transita entre la espesa vegetación y llega a la pista-Puente de Cregüeña-GR11 (son las 19 horas) que a la derecha va al Hospital y a la izquierda, en 20 minutos, al camping municipal en el Plan de Senarta.
Una cerveza, al menos, se hace más necesaria que nunca. Piloto y copiloto nos dirigimos a Benasque sin quitarnos ni la mochila… pero decidimos seguir hasta Castejón de Sos para concluir allí esta embriagadora jornada de montaña y repasar los planes de los días que quedan.
En el Pájaro Loco tienen sitio para nosotros. Esta vez está más animado, mucha gente cenando, las velitas, chatis parribaypabajo... Además, qué casualidad de la vida, vamos a compartir habitación, y cena previamente, con Alberto, a quien conocimos ayer en la Renclusa. Ducha y ropa limpia nos hacen ver el mundo de otro color… al menos con otro olor más soportable para nuestros más cercanos congéneres. Cervezas, ensalada y un cacho carne sobre el que se podría surfear en las Bahamas. Otro pacharán para rematar y acompañar la conversación y más templao que yo qué se a la piltra… Mañana agüita para el cuerpo.
HORARIO:
• Besurta – Aigualluts: 40 min
• Aigualluts – Collado de La Renclusa: 40 min
• Collado – Renclusa: 20 min
• Renclusa – Ibón de La Renclusa: 15 min
• Ibón de La Renclusa- Rocas 2 tetas: 35 min
• Rocas 2 tetas – Portillón Superior: 1h30 m
• Portillón Superior – Collado de Coronas: 1h 10 m
• Collado de Coronas – Paso de Mahoma – Aneto: 50 m
• Aneto – Collado de Coronas: 25 min
• Collado de Coronas – Ibón de Coronas: 1h
• Ibón del Medio de Coronas – Collado de Creueña: 50 min
• Collado de Creueña – Ibón de Creueña: 1h 10m
• Ibón – aliviadero Ibón de Creueña: 1h 15m
• Aliviadero Ibón – Pista-Puente de Cregüeña-GR11: 2h
• Pista-Puente de Cregüeña-GR11 – Plan de Senarta-Camping Municipal: 20 min
MAPA Y PERFIL:
2º: BARRANCO DE BARBARUENS: EL VIDIET.
*Jueves 15 de julio: tal día como hoy, pero en 1606, nació el pintor holandés Rembrandt. La misión exigía un par de barrancos sencillos, sin excesivo compromiso, más que para barranquear para cohesionar a un grupo que va a pasar una larga temporada en un paraje hostil. Pues un barranco ¿por qué no?... Barbaruens es su nombre. Doy las gracias a
Jorge por recomendarme esta posibilidad. Nada mejor que este vidiet puede arrojar luz sobre nuestra acuática aventura.
Excelentemente explicado y reseñado en esta página de barranquismo.net http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/aigueta_de_barbaruens.htm
Divertido, con manejo de cuerdas, saltos, estampas espectaculares.
La penúltima jugada del día dedicado a Rembrandt fue bañada con cerveza y acompañada de un hermoso bocata de lomo con tomate y queso en Campo.
Después un par de horas hasta Bierge, en Guara, para seguir con más cerveza, una suculenta cena y pernocta en la Hostería de Guara.
3º: BARRANCO DE LA PEONERA:
* Viernes 16 de julio, pues en el 69 sale hacia la luna el cohete con Aldrin, Armstrong y Collins… ¿lo sabías?. Después de informarnos ayer sobre el barranco de la Peonera (fácil, fácil), el simpático padre de Eva, la joven directora de la Hostería, nos acerca al aparcamiento desde donde comienza el barranco. Arreamos, nos equivocamos en un cruce y empezamos la parte acuática en el último tramo (Estrecho del Puntillo, creo). Hay un hermoso grupo de bloques en medio del cauce… rápidos, sumiderillos, corrientes… Pinta atractivo y nos echamos allí mismo. Dos horas más tarde y después de lo que definitivamente ha sido senderismo pasado por agua, llegamos a la presa donde acaba el barranco. La saltamos ante los ojos de domingueros de montaña y acabamos algo cabreados por no haber empezado donde tocaba. El caso es que este barranco no exige cuerdas, lo que no quiere decir que no tenga su puntito de técnica. Hablan del sifón de Anais (pon esta entrada en Google y te salen hasta vidiets de la movida), un punto conocido tradicionalmente como ‘la lavadora’ pero rebautizado después de que el alma de Anais se quedara en un sifón para siempre. Este otro vidiet deja constancia del único tramo divertido del barranco de la Peonera que hicimos. Perfecto para ir con chiquillos, al menos este último tramo.
Con chatis como esta y un plano corto se puede imaginar uno en la Playa de Levante de Benidorm.
El último salto se da en la presa que hay detrás de la rubia, y de nosotros. Este lugar es muy frecuentado por turistas, se llega bien en vehículo -a 2k de Bierge- hay para aparcar, bareto, zona de baño accesible con agua fresquita y clara...
Reseña de este barranco: www.pirineos.com/article/articleview/23/1/20/
Material básico para montaña (por antropovision)
Consejos sobre pantalones de senderismo:
Pantalones senderismo from antropovision on Vimeo.
Tiooooo, pero que grande eres, una semanica en el piri que te ha cundido a base de bien, lo de la Peonera es un poco mierda, pero bueno, mañana te veo amigo.
ResponderEliminarY no intentes ser feliz, veo que ya lo eres.
Nos vemos rey.
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