No vendemos sonrisas, las contagiamos


Pues eso, que no es un anuncio de dentífrico, es nuestra cara después de una mañanica en la montaña, solos, escalando, respirando aquello, besando la piedra... Dsifrutando de lo que más nos gusta. El día precioso, soleado, con la brisa constante y sin más perturbaciones que el vuelo Barajas El Altet que pasa cada rato sobre la Aitana.
. En esta Pedro remata la jornada con el último paseo sobre el Hombro del Divino. Hemos hecho una vía fácil de 4º-5º con mucha mata. Nos hacía ilusión bajar por el Jardín del Divino, pasar por debajo de aquellos imponentes paredones y escalar a nuestro ritmo.

Y este es uno de los premios, una nueva perspectiva del Puig ante nuestros ojos, única e inolvidable.

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