Cotino cierra la red de refugios y restringe los campamentos juveniles

EL PAÍS. La consejería replica que han cerrado para ver la viabilidad de los recintos.
Los scouts, júniors y el resto de entidades juveniles se han quedado este año sin la principal red de campamentos de la Comunidad Valenciana para desarrollar encuentros y actividades al aire libre. En una decisión sin precedentes, según destacan desde el propio movimiento juvenil, la consejería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda ha tomado la decisión de cerrar al público su complejo de refugios y cabañas a lo largo de este año. De este cerrojazo total sólo se han librado los campamentos, aunque de forma muy limitada. Únicamente abrirán en Pascua y verano.
El aviso está colgado en la propia página web del departamento que dirige Juan Cotino. En una comunicación con fecha del pasado lunes 15, con efectos hasta el 31 de diciembre, la consejería anuncia el "cierre provisional" de todas estas instalaciones lúdicas a lo largo de 2010 "con la única excepción de los campamentos destinados a asociaciones de carácter educativo o escolar y exclusivamente durante dos periodos". Se trata de las vacaciones de Pascua (del 1 al 15 de abril) y verano (del 15 de julio al 15 de agosto). Los únicos recintos que permanecerán abiertos son las zonas de acampada individual, según se añade en el mismo aviso. En el mismo mensaje la Consejería apunta que al tratarse de una medida provisional "está sujeta a posibles modificaciones".

La decisión afecta a una veintena de instalaciones: 10 refugios, tres cabañas y 13 campamentos. Entre estos últimos, permanecerán cerrados los tres situados en Vistabella del Maestrat, los dos de Ayora y el de Buñol, Aras de los Olmos, Barracas, Domeño, Titaguas, Ademuz, Jalance y Enguera.Fuentes de la consejería de Medio Ambiente explican que se han cerrado estas instalaciones porque se están elaborando "estudios de viabilidad" de estos recintos. "Queremos estudiar el uso que se hace de estos recursos", indican. "Tenemos que analizar la afluencia de gente a estas instalaciones, no se pueden tener siempre abiertas", apuntó a este diario un portavoz de la consejería. "Hay lugares a los que durante determinados meses no va nadie".

Fuentes del movimiento juvenil de la Comunidad Valenciana que prefieren no ser identificadas aseguran que el motivo de cierre es la falta de fondos de Medio Ambiente. A finales de 2009, algunos representantes de asociaciones juveniles recibieron por conductos extraoficiales informaciones de que había problemas económicos en el departamento de Medio Ambiente que impedían mantener los campamentos, refugios y cabañas abiertos. Al tener conocimiento de estas intenciones, hubo presiones a la consejería por parte de algunos colectivos que, finalmente, lograron que los campamentos pudieran permanecer abiertos, al menos, durante las vacaciones de verano y Pascua. "La idea inicial era que permanecieran cerrados a lo largo de todo el año", insisten estas fuentes.

En todo caso, al margen de la notificación publicada en la página web de Medio Ambiente, no ha existido ninguna comunicación oficial a las asociaciones por parte de la consejería donde se les trasladara directamente el alcance de la medida y los motivos por los que se ha tomado.

Y ello a pesar de que la restricción de uso de este año supone un cambio que afecta sensiblemente al funcionamiento habitual de estas entidades, que tienen numerosos miembros. Sólo los juniors, por ejemplo, son 14.000 entre educadores (3.000) y chavales.

Lo normal es que, a lo largo de todo el año, estos recintos se puedan ocupar siempre que se comunique con tiempo y estén libres. Al margen de los campamentos de vacaciones, fuera de temporada suelen acoger convivencias o reuniones de trabajo donde los educadores preparan las actividades. "Somos entidades sin ánimo de lucro y estos centros nos vienen muy bien porque son más baratos que los privados", comentan desde una de estas asociaciones. "Esta medida nos provocará o a tener que desviar recursos a pagar estas actividades en espacios privados o a dejar de hacer otro tipo de actividades, lo que irá en perjuicio de nuestro trabajo", señalan.

Mientras los albergues privados cuestan entre 35 y 45 euros en pensión completa, los públicos que la consejería ha cerrado no pasaban de los 15 euros. El caso de los campamentos es más llamativo. Una actividad de dos semanas en una zona de acampada privada puede costar de 3.000 a 4.000 euros, mientras que ocupar las instalaciones de la Generalitat apenas cuesta 40 euros.

La federació d'Escoltisme Valencià aprobó el pasado sábado una resolución donde solicitan a la consejería que reabra las instalaciones durante todo el año.

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