Otonel, apuntes

La temporada finiquita. Me quedan unas cuantas imágenes de los barrancos que he hecho con Tronkos y Barrancos. En esta ocasión voy a añadir algunos apuntes sobre el barranco de Otonel que no tenía (aquí del 2009).
Cuando el agua no es lo que más abunda dejamos los vehículos en el Puente de la Cavera, abajo, y empezamos ahí la actividad...
 Realizamos una aproximación de 20-25 minutos, tranquilamente. Desde ese peñasco vemos el R5, el rápel más largo del recorrido. Allá abajo queda el puente.
 Tras la caminata llegamos a las pozas que hay antes del R3 o el largo pasamanos hasta el R4. En las pozas nos vestimos de romanos, nos remojamos, saltamos y toboganeamos para ir ambientándonos...
 Podemos montar el R3 o hacer un largo pasamanos hasta el R4. El barranco se encajona...
 El R4 es verdaderamente hermoso. Nos deslizamos por una bonita toba hasta una fresca y clara poza en la que, normalmente, llegamos al mismo tiempo que el sol penetra en ese rincón.
 Es el momento de la verdad. No es más que un rápel, pero el R5 se planta en 60 metros, es bastante aéreo, abierto... Todo este escenario lo convierte en bastante especial.
 Llega a una primera poza, pequeña, que da paso a una más grande donde nos vamos acumulando hasta haber descendido todos.
 Este es un plano corto del R5, realmente precioso.
Casi todo el mundo sale del barranco a esta altura. A mí me gusta seguir y hacer los dos rápeles restantes. El retorno sólo son 20-25 minutos pero vale muy mucho la pena.
Progresamos unos minutos por el cauce hasta alcanzar otro desnivel que nos ofrece la posibilidad de saltar unos 5-6 metros...
 ...o descenderlos toboganeando
hasta otra maravillosa piscina natural en la que dan ganas de relajarse, bañarse y tomar el sol.
En este punto es posible abandonar cómodamente el barranco por la margen derecha, ascender al puente y dar por finalizada la actividad. Todo dependerá del tiempo empleado, etc.
 Pero seguimos. Después de una progresión por el cauce, destrepando, disfrutando de la vegetación, llegamos al R6. Se trata de una rampa de unos 20 metros, resbaladiza, que lleva a la cabecera del siguiente descenso.
 Es el R7. Está en una cómoda cornisa con cueva en la que 4-5 personas podemos acomodarnos, intimar, charlar... mientras vamos delegando a la última charca del barranco.
 Arranca el R7 hasta aquella bonita poza. Una vez allí abandonaremos el cauce por la margen izquierda. Ascendemos por una senda-trocha de piedra suelta hasta una presa y un túnel a su lado que nos lleva a la pista que a su vez nos devuelve por la izquierda al aparcamiento.
 De regreso apreciamos el surco dejado por las aguas del río Júcar.
Es importante recordar que cauce abajo desemboca el bonito barranco del Nacimiento (Millares).
La combinación de ambos barrancos en un fin de semana con la visita intermedia al yacimiento de huellas de dinosaurios de hace 80 millones de años en la Rambla del Tambuc es una combinación espectacular.
Este es uno de los varios sectores en los que hay huellas.
 Esta es una de las huellas. Realmente es fantástico.
Plantéatelo y podemos meternos en harina.



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