Garx y Pas Tancat... Apreciaciones sobre el caudal y fantasías con Broksilds

 Con lo que ha caído y está cayendo (25-3-2022) el terreno de aventura está abonado. Con referencias de compañeros y con las propias, principalmente del 23 de enero de 2020, aquel maravilloso día cuando fuimos Penélope y yo, nos metemos en el Garx y Pas Tancat David Carrillo, Carlos, Fran y el secretario.

Empiezo con las imágenes que nos sirvieron y servirán de refuercencia para saber cómo va el barranco y tomar las oportunas decisiones al respecto.

Esta es la foto de enero de 2020: Tomamos la piedra señalada como referencia. El agua no la sobrepasa, la bordea simplemente.


Y estas son las fotos de ayer: Se aprecia que tampoco la roca es sobrepasada, aunque ayer iba más cargado que hace un par de años. Las surgencias de la poza final aportaban más ayer que en 2020. Y si se buscan las comparaciones, en el R5 del Garx el agua que bajaba era más o menos la misma. Sin embargo en 2020 apenas corría un hilillo en el R3 del Pas Tancat y ayer corría bastante (véase la expresión de Fran al asomarse)... Las fotos: A la vista de las mismas el buen lector sabrá a qué atenerse. Yo le pondría de dificultad v3-4a3III, similar a la del 2020.





Y dicho esto, a continuación muestro fotos de los diferentes rápeles, estampas preciosas del barranco que, sin duda, reflejan una más que interesante actividad, en un entorno espectacular, sensacional, verde y fresco, y en una extraordinaria compañía.

Así iba ayer el R1 del Garx: Los bancales de la aproximación estaban encharcados y se escuchaban ranas y sapos cantar a la Virgen de la Cueva.


El R2:

El resalte - destrepe:


El R3 desde la cabecera y desde la recepción:



Pasamanos arriba (por cierto, incompleto, ojito pues) R4: Maravilloso...


David y Fran ante el alucinante espectáculo del R5:


David encara en R5...


Carlos comienza a perderse en la cascada... Y desaparece...



Y mientras los observo, mi vista se pierde siguiendo el curso del agua que me lleva hasta el infinito. Aunque antes sé que me espera en el siguiente tramo del barranco del Pas Tancat. No es por nada, pero cuando digo que Alicante es mi lugar favorito para vivir me he fundamentado en estampas como esta. También sus historias, su aroma, su diversidad...


R5 desde el cauce:


Una vez en el cauce volvemos a recalcular ruta: Al agua que baja del Garx hay que añadir la que aporta este tramo. Vamos a ver...


R1 del Pas Tancat: Lo destrepamos sin complicaciones...


R2: De camino al fraccionamiento. Vamos poniendo los pies a los lados, el agua empuja.


Fran se asoma y pone este jeto ante el panorama. No presenta dificultad, es más por la preciosidad que se encuentra, y que veremos a continuación...


Nos encontramos en el cariñoso fraccionamiento que nos da paso al siguiente rápel:


R2: Preciosísimo desde el fraccionamiento


R3 desde abajo:


R3... sin comentarios, bueno sí... Esta sala es digna de ser patrimonio de la humanidad ¿o no?:


R4: A priori sabemos que en su descenso hay pequeñas cavidades, mucha irregularidad. Esta rampa es magnífica:


A partir de este punto caminamos y empezamos a encontrar surgencias de agua 'templada'. Se nota, especialmente yo que olvidé los escarpines en casa. Aún así los metí en el grill antes de acostarme para compensar la pérdida de calor.

El pasamanos que da acceso al R5 está roto. Tampoco es que sea especialmente necesario. En la imagen Fran espera antes del destrepe siguiente:


R6: Salto y seguimos.


R7. Y llegamos a la poza final: La saltamos sin piedad


R7: Salto...


Poza final. Es fácil, poniendo en marcha el imaginario colectivo, ver a Broksilds ranear de lado a lado de esta excelsa laguna, disfrutando de la suave temperatura de las chorreras, haciendo hambre para compartir con uno mismo un bocata de coco a la plancha mientras en lontananza se pone el sol y la choza de adelfas espera para despedir la jornada...


Pero la realidad es aplastante. Acabamos los cuatro jambos en un garito de Altea La Vella con un económico menú de cerveza, cola, ensalada, espaguetis, merluza, natillas, crema catalana y café... Que, oye, no ha estado nada mal. Y estiramos la sobremesa mientras la Bernia se encapota más todavía con una amigable charla sobre lo que nos une. Sin política ni sexo... ¡qué empanamiento!.

Y bien, en este punto, es importante dejar a continuación las pertinentes reseñas sobre estos barrancos:







Y AQUÍ MÁS TÉCNICAS DE MONTAÑA...





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